Con picos de audiencias sostenidos en la TV pública y fecha de estreno confirmada en Netflix para el próximo 28 de septiembre, El Marginal 2 se ha consolidado definitivamente como la producción de ficción nacional más exitosa de 2018.
A solo semanas de que finalice esta temporada, y cuando todo indica que Underground ya se prepara para comenzar a trabajar en la tercera entrega Palabras dialogó con Silvina Olchansky, autora junto a Guillermo Salmerón de este impactante drama policial.
¿Promediando la segunda temporada de la serie cómo te sentís con lo que ha sucedido con el Marginal 2?
Obviamente muy feliz, me encanta que a la serie le vaya bien y esté gustando tanto, y si bien no te voy a decir que era lo esperable, porque uno siempre se sorprende con la repercusión, realmente estábamos muy seguros por la solidez de la historia y el elenco impresionante con el que contábamos.
Por otra parte, aunque uno siempre escribe para el público, el reconocimiento que se generó hacia nosotros como guionistas es muy lindo. Yo escribo porque es mi manera de expresarme, y de contactarme con el otro, por eso lo hice y lo seguiría haciendo con reconocimiento o sin reconocimiento, pero que se empiece a visualizar que detrás de productos como este hay una historia que fue realizada por los guionistas, que no es que los actores se ponen frente a la cámara e improvisan, es muy reconfortante, y da cuenta también de nuestra madurez laboral.
¿Cómo fue, a grandes rasgos, el proceso de escritura de El Marginal 2, y por qué tomaron la decisión de hacer una precuela?
Como todos saben entre la temporada 1 y la 2 pasó bastante tiempo, y en el medio hicimos otros programas, además en la primer temporada hubo que achicar mucho porque estaba pensada para más capítulos de 30 capítulos, y terminaron siendo 13, por lo que muchas historias quedaron afuera a partir de ese cambio.
Entonces, a la hora de encarar la segunda temporada, no teníamos demasiado claro qué había quedado y se había visto de todo lo que habíamos escrito, y lo primero que hicimos fue ver toda la serie nuevamente, al detalle, y con lápiz y papel en mano.
Antes de escribir era clave ver exactamente qué había pasado, y tener bien claro qué había dicho cada personaje en la primera temporada, porque si alguien había dicho “yo entré acá por tal motivo”, al ir para atrás, en la segunda temporada, no podíamos hacerlo entrar por otra cosa, por ejemplo. Así fuimos viendo y analizando todos los condicionantes para el armado de una historia coherente.
En relación a la decisión de hacer una precuela para nosotros no fue una decisión tan drástica, sino algo muy natural, porque de alguna manera no nos quedaba otra, o era eso, o era nada. En la 1, al no saber qué iba a haber una segunda temporada, matamos a un montón de gente y, entre otras cosas, revelamos la identidad de Pastor (Juan Minujín) haciendo inviable su regreso a San Onofre, entonces la precuela era el camino a seguir más lógico si queríamos hacer la segunda temporada.
Una de las notas de esta segunda temporada es el protagonismo que adquiere Diosito, el personaje de Nicolás Furtado. A partir del suceso que provocó en el público, ¿cómo te sentiste a la hora de escribir con esa directiva?
En torno a ese tema yo estaba igual que el público muy enganchada con el personaje de Diosito, que creo es un caso donde se ve con claridad como un actor puede superar lo que uno espera como guionista componiendo un personaje que es todo lo que vos querías y mucho más. En ese sentido no pensé nunca “Uh que plomo ahora tengo que meter a este”, porque realmente soy tan fan de Furtado como el público, y que en esta temporada tenga mayor protagonismo me pareció lógico y genial.
Lo que pasó con esta serie, que finalmente mirando el resultado fue positivo, pero uno, en el proceso de escritura, lo sufre un poco. Es que, con tantas estrellas, con tantos protagonistas, escribís un montón, y luego descartás un montón para dejarle a cada uno lo mejor. Todos tienen que lucirse, todos tienen una historia, y todos son importantes, entonces tenés que escribir mucho y luego tirar mucho también, y mirar siempre que el crecimiento de un personaje no implique la pérdida de los demás.
En ese balance entiendo que tu pelea en esta segunda entrega fue darle lugar a las historias femeninas
Exacto, siempre estuve muy interesada en que entren las historias femeninas, y esa fue mi gran pelea en esta temporada, porque en la achicada que se hizo en la 1 fueron esas historias las que más se cortaron. Aclaro que en ese momento acordé con esas decisiones porque algo había que sacar al reestructurar el formato, pero me quedó la sensación de que faltaban historias femeninas, y en esta segunda parte creo que todo se niveló.
Ahora tenemos la historia de Emma (Martina Gusmán), las historias de las chicas que se prostituyen, la historia de Rita y su relación problemática con esa madre que aparece por teléfono, tan genialmente interpretada por Verónica Llinás, etc. Creo que de algún modo, al igual que pasó en la sociedad, entre la primera y la segunda entrega, el lugar de las mujeres en la historia creció muchísimo.
Frente a ciertas críticas que enfatizan que El marginal tiene una mirada sesgada en torno al sistema carcelario y a quienes están en las cárceles Guillermo Salmerón remarcaba en una entrevista que nunca se debe olvidar que es un producto de entretenimiento, ¿cuál es tu mirada sobre eso?
Coincido plenamente, es entretenimiento y es ficción, y tenerlo claro es importante porque si no lo está, lo que mostramos puede parecer no solo sesgado, sino realmente injusto con muchas personas. Esto es una ficción, ese es nuestro marco. Igualmente, creo que eso está muy claro para los espectadores, explicar la empatía con ciertos personajes no sería tan sencillo por fuera de un marco ficcional.
¿Se viene el Marginal 3?
Nos avisaron que la quieren hacer y realmente me encantaría porque la historia da definitivamente para una tercera temporada, por un lado, porque puede seguir cambiando, pero también porque tiene bastantes historias que pueden seguir y evolucionar ¡Por suerte fuimos precavidos y en esta temporada ya no matamos a tantos, aunque siempre queda la opción de hacer Ghost desde la cárcel, a nosotros eso mucho no nos convence!