Entrevistas

Vuelve J. Timerman, la obra sobre la figura emblemática del periodismo argentino

Desde el jueves 27 de febrero, y hasta el 30 de abril se presentará en Timbre4 J. Timerman, la reconocida obra con dramaturgia y dirección de Eva Halac, que indaga en la figura de Jacobo Timerman, maestro de periodistas en los años 70, amado y odiado por sus contemporáneos, en los días del mítico diario […]

Desde el jueves 27 de febrero, y hasta el 30 de abril se presentará en Timbre4 J. Timerman, la reconocida obra con dramaturgia y dirección de Eva Halac, que indaga en la figura de Jacobo Timerman, maestro de periodistas en los años 70, amado y odiado por sus contemporáneos, en los días del mítico diario La Opinión.

Protagonizada por Guillermo Aragonés, con las actuaciones de Juan Pablo Galimberti, Leonardo Murúa, Mucio Manchini, Cristian Majolo, Carlos Scornik y Orlando Alfonzo, J. Timerman es fundamentalmente una obra acerca del periodismo y sus relaciones con el poder, pero también sobre los vínculos, sobre los sueños heroicos que se heredan y se pasan de una generación a otra.

Para conocer algunos detalles sobre esta esperada vuelta, Palabras dialogó con el actor Guillermo Aragonés, quien interpreta a J.Timerman.

¿Cuáles son tus expectativas con la vuelta de J.Timerman?

Volver a hacer una obra, tener esa posibilidad, es una alegría enorme porque hacer teatro y sostener un proyecto siempre es difícil. En este caso, esta oportunidad de presentar J.Timerman por tercer año, luego del recorrido que hemos tenido, que comenzó en el San Martín, luego nos llevó al Portón de Sánchez, y ahora a Timbre 4, además de las visitas a distintas localidades que hemos realizado, nos genera una felicidad inmensa, porque implica que hay gente a la que le interesa ver la obra, y afortunadamente, entiendo que cuando lo hace la pasa muy bien, las opiniones son muy favorables, se divierte, en el sentido más estricto del término.

¿Cómo fue el proceso para construir este personaje?

Trabajé mucho desde el texto, la base siempre es la obra, porque allí está todo lo que yo necesito. Luego, realicé un trabajo no solo de mucho ensayo, sino que también busqué materiales históricos, teóricos, etc. intentando encontrar una puerta para acercarme a la comprensión del pensamiento de Timerman, que es un personaje de una complejidad muy importante: intelectual, periodista, escritor, pensador, un gran cuestionador también.

Después, otro de los desafíos, fue encontrar algo que me acercara físicamente a Timerman, porque no soy parecido a él, pero para eso observarlo físicamente no era suficiente. En ese camino, vi muchas entrevistas, de hecho, una de las que más me interesó fue la que le hizo a Perón en el año 1973, junto a Roberto Maidana, y Sergio Villarroel, donde de los 3 periodistas, él fue el único que se animó a hablarle a Perón cara a cara, desde ese hombre Timerman a ese hombre Perón, no por debajo, algo que me pareció muy interesante para tenerlo como premisa de búsqueda en esta construcción.

Realmente, impresiona mucho ver a alguien decirle a Perón en la cara: “Yo estuve en contra suya”. Había que animarse a decirlo en el momento en que Perón estaba volviendo, y con todos acá gritando por su vuelta. Como también fue verlo asumiendo que había apoyado el golpe contra Illia. Sin dudas, Timerman es un personaje muy particular y muy emblemático para mi generación.

Finalmente, entre otros aspectos técnicos, busqué una inflexión vocal, puntualmente en la r, que él refuerza cuando habla, mezclando un acento muy porteño con algo de judío, siempre con el cuidado de no caer en la parodia del judío, que es algo muy berreta; y todo con Eva Halac, en un proceso para que ella aceptara lo que yo le proponía, donde, en general, me fue bastante bien, porque construí el personaje no desde la pronunciación, sino intentando meterme en su cabeza, una cabeza difícil de agarrar, pero que también por esa no facilidad es muy interesante para jugar.

¿Y luego del receso cómo es esta vuelta?

En esto de la vuelta siempre se presenta la posibilidad de pisar un palito, de caer en una trampa: la de creer que uno ya lo tiene. Para que eso no pase es importante volver a conectarse, a conectarlo. Desde ya tengo mucho material incorporado, del que algo siempre uno recupera, pero lo importante aquí es cómo se puede sumar algo más a ese bagaje, cómo no quedarse en la comodidad de ya haberlo hecho.

¿Antes hablabas de la complejidad de Timerman cómo fue exponer todo eso enmarcado en el recorrido temporal que propone la obra? 

La obra específicamente transcurre en una semana del año 1971 donde se da la coincidencia histórica real entre el aniversario del homicidio del Che, una serie de levantamientos en el interior del país, y la fiesta de casamiento de la hija de Lanusse, que fue un evento descomunal, con todos hablando de la hija del Presidente, porque hay que tener en cuenta que en el año 1971 a Lanusse no se lo llamaba dictador, era el presidente, y obviamente tenía aspiraciones políticas.

Yo creo que Lanusse, como todos, quería ser Perón, y Timerman se percataba de eso. En esa línea el momento histórico que propone la obra es idea para dejar aflorar el pensamiento de Timerman, su capacidad de observación descomunal, que en algún punto lo volvía soberbio, porque creía que todo podía pararlo y resolverlo, con lo que en algún momento parecía sentirse «intocable».

En algún punto yo creo que la obra resuena e interesa hoy no solo por toda esa cosa histórica, sino porque nos interroga sobre cómo nos paramos en este momento. Timerman, por lo pronto, siempre apostaba a pensar todo, a desarmar la costumbre de quedarse con una sola mirada frente a los hechos.

¿Se necesita mucha información previa para ver la obra?

He tenido distintas devoluciones: gente que la vino a ver, y luego me contó se sintió obligado a recopilar datos, y conectar con ciertos puntos de la historia que no conocía, y gente que la vio y sintió que allí estaba todo.

Lo cierto es que esta es fundamentalmente una obra de teatro, que cuenta una historia muy concreta, que queda clara, con personajes que también quedan muy claros, porque la obra tiene un sistema coral, entonces todo el tiempo los personajes están emitiendo para que el público tenga datos sobre lo que ocurre, no solo desde lo verbal, sino desde la acción, desde el momento, la pausa…

Realmente, lo más importante aquí es que estamos frente a una obra de teatro, no requiere un catálogo, no requiere una lectura previa. Se cuenta una historia, y lo que en esa historia se cuenta se entiende todo, porque además Eva Halac quiere que el espectador entienda, y por eso desde el tono de voz de los actores, hasta la dramaturgia de la obra, están puestos en función de que eso suceda.

¿Qué fue lo más difícil en este recorrido?

Sentirme seguro en la construcción de este personaje en el cuerpo, porque si bien no hay nada excesivo, yo no camino como Timerman, yo hago Timerman. Nosotros no estamos imitándolo, Timerman es un personaje de una obra de teatro, y la búsqueda siempre estuvo dirigida a contar de la mejor manera esta historia.

Sinopsis de la obra
j. Timerman debe negociar con el gobierno la continuidad del diario La Opinión. La decisión pone en juego sus creencias, sus afectos, sus certezas. Abandonar la oposición progresista no solo significaría un desprestigio, sino una dolorosa despedida de la juventud.
 Timerman: Desde el jueves 27 de febrero a las 21 h en TIMBRe4 – México 3554