Dentro de la nueva etapa que el Centro Cultural Recoleta comenzó a transitar el pasado 10 de enero, con la reinauguración de todos sus espacios luego de más de un año de obras para su puesta en valor, se destaca la muestra Viral Mural, exposición colectiva, curada por Rodrigo Alonso, donde el arte urbano es protagonista.
Muralismo, grafiti, sténcil, afiches callejeros pero también posteos de Facebook o Instagram realizados por destacados protagonistas de este circuito, que actúan tanto en el ámbito nacional como internacional, componen el cuerpo de esta muestra que indaga en las relaciones entre muros reales y virtuales, observando además el fenómeno de la viralización.
Earth Crusher, Doma, Ale Giorgga, Lu Yorlano, Elliot Tupac, Lacast, Elisa Strada, Fluorencia, Nuria Mora, Tec, Poeta, Malén Pinta, Cabaio, María Noel Silvera, Pum Pum, Unidos Crew, Valeria Calvo, Les Soeurs Chevalme, Jorge Macchi y Florencia Aliberti son algunos de los artistas convocados por Alonso que celebran en Viral Mural la existencia de estos espacios públicos complejos.
Para conocer algunos detalles más de esta muestra, montada por Daniel Fischer, y de las obras que la componen Palabras dialogó con su curador.
¿Por qué Viral Mural?
El nombre Viral Mural surge de una serie de relaciones. En primer lugar, de pensar los muros como los primeros espacios en los cuales la gente se pudo expresar públicamente, para un público amplio, en el ámbito ciudadano. Luego, de pensar al grafiti y el arte urbano en general como una práctica de expresión pública, que recoge esa herencia. Esto me llevó al muro de Facebook, y la idea de que la gente puede expresar públicamente sus ideas en ese espacio, con el advenimiento de las redes sociales. Por último, la viralización aparece como un procedimiento para ampliar esa expresión, sacando provecho de ese nuevo espacio público que es la Internet y las redes sociales en general.
¿Cómo se estructura la muestra?
La muestra consta de murales y otras obras que hacen referencia a esa práctica (como los afiches, por ejemplo). Un núcleo ocupa los espacios reservados tradicionalmente a las exposiciones (Salas Cronopios, J y C) y otro núcleo ocupa espacios de trabajo, dedicados a dos programas del Centro Cultural Recoleta: la Cultural Hip-Hop y las actividades para adolescentes (Espacio Clave 13/17). Estos dos núcleos están articulados mediante obras que ocupan el espacio de tránsito entre ellos, es decir, las obras que están en el corredor que lleva desde la Sala Cronopios a la Sala L, a través del Patio de los Tilos. La muestra incluye artistas nacionales e internacionales, de Buenos Aires y el resto del país, de diferentes generaciones, provenientes de diferentes ámbitos (grafiti, arte contemporáneo, ilustración, tatuaje, etc.) y que trabajan de formas diversas (figuración, abstracción, afiches, stenciles, etc.).
¿Cuáles son las características de la puesta?
La puesta busca darle preponderancia a las obras. Los espacios son bastante «limpios». Hay algunas referencias al espacio urbano (como el subte), a la historia (una imagen de un grafitero en acción), a las redes sociales (un plotter con hashtags y logos de aplicaciones).
¿Cómo fue la selección de las obras y cómo se estructura el vínculo entre el muralismo tradicional y los espacios virtuales?
En realidad, yo no seleccioné las obras, sino que seleccioné a los artistas. Luego, les dejé hacer lo que quisieran. La muestra no tiene un tema, cada artista realizó el trabajo que quiso, dentro de la línea de lo que hace habitualmente. La muestra está a medio camino entre el muralismo tradicional y los espacios virtuales. Quizás hay piezas que tienen un carácter mural más marcado, pero eso depende del estilo de cada uno de los artistas. Lo virtual aparece más tangencialmente, quizás se lo ve mejor en la obra de Florencia Aliberti que se apropia de videos subidos por adolescentes a las redes.
¿Además de la obra de Aliberti qué nos podés contar sobre otras que te parezcan significativas para el concepto general de la muestra?
Creo que todas las obras son significativas. En todo caso, creo que cada una se destaca por alguna particularidad. La obra de Les Soeurs Chevalme llama la atención por su reflexión sobre el colonialismo; la obra de Cabaio, por la forma en que integra múltiples referencias a la historia del hip-hop, la de Fluorencia por la construcción de un paisaje lumínico singular, la de Tec por la forma en que aborda a través del humor cierta complejidad de la situación económica argentina.
¿Cómo se inscribe esta propuesta en la nueva etapa del CCR?
La muestra forma parte de la orientación que posee el CCR hacia las culturas urbanas, el público juvenil, las actividades de producción y laboratorio. La pensé en relación con ese propósito y espero que funcione perfectamente.
Palabras del curador
Desde que existen las ciudades, los muros han sido utilizados como espacios de expresión comunitaria. En ellos se suelen desplegar tanto las informaciones que atañen a todos los ciudadanos, como la propaganda política, la disidencia ideológica, la bronca personal, la denuncia pública, la opinión explosiva, e incluso, la práctica artística.
En efecto, desde los inicios del siglo XX, el arte invade las calles con la intención de escapar de los museos y vincularse con la gente. Mientras algunas vertientes artísticas poseen una lógica más bien institucional, que sólo cobra sentido al interior de un sistema formal cerrado y específico, la creación mural posee un carácter más bien comunicativo, que busca atrapar la mirada del transeúnte y transformar su experiencia urbana. El desarrollo de esta práctica dio lugar a manifestaciones más personales, aunque, paradójicamente, anónimas, debido al uso no autorizado del espacio común.
Hoy existen numerosas propuestas artísticas, intra- y extrainstitucionales, que exploran la potencialidad de las creaciones murales en tanto producciones desenmarcadas, contextuales, site-specific, abiertas, efímeras. Éstas integran recursos que provienen del muralismo crítico, el grafiti, el sténcil, los afiches callejeros, e incluso, los estudios de bellas artes volcados al ámbito social. Su diversidad da cuenta de su experimentalismo, su complejidad y sofisticación.
Murales y pintadas callejeras son antecedentes, por otra parte, de un tipo de expresión que se infiltra hoy en las redes sociales, en memes, tweets, hashtags y acciones virales. La estructura básica de una red como Facebook propone expresarse a través de un “muro”, que incluso otras personas pueden intervenir. Los espacios públicos son cada vez más complejos y expansivos, pero por sobre todas las cosas, debemos celebrar que existan. Ellos aseguran uno de los derechos más genuinos y primordiales de la auténtica vida social.
Rodrigo Alonso