Entrevistas

Uwe Mohr, director del Goethe-Institut: “La situación es crítica y compleja para la mayor parte de las instituciones culturales”

Uwe Mohr es desde 2014 director del Goethe-Institut de Buenos Aires, puesto que en principio, dejará en septiembre de 2020 para asumir un nuevo rol en la ciudad de Frankfurt. Su última etapa de trabajo en Buenos Aires se desarrolló desarmando y rearmando planes, bajo la nueva dinámica que impuso la pandemia de Covid 19. […]

Uwe Mohr es desde 2014 director del Goethe-Institut de Buenos Aires, puesto que en principio, dejará en septiembre de 2020 para asumir un nuevo rol en la ciudad de Frankfurt. Su última etapa de trabajo en Buenos Aires se desarrolló desarmando y rearmando planes, bajo la nueva dinámica que impuso la pandemia de Covid 19. Para conocer sus reflexiones sobre esta experiencia, y su visión sobre la situación del sector de la cultura en el nuevo contexto mundial Palabras dialogó con el especialista en gestión cultural.

¿Cómo fue para el Goethe el desafío de adaptarse a la nueva realidad que impuso la pandemia de Covid 19?

La pandemia, y la nueva realidad que esta impuso fue un gran sorpresa para todos nosotros,  que por supuesto implicó el gran desafío de adaptarnos, y superar aquel estereotipo de que los alemanes no somos buenos en eso, que necesitamos programar todo con mucha antelación, y nos cuesta mucho improvisar. Algo que como todo estereotipo tiene mucho de verdad, pero no todo. 

En esa línea, entiendo que en el Goethe, tanto en Córdoba como en Buenos Aires, hemos logrado adaptarnos bastante bien, continuamos todas las actividades en forma virtual, con todos nuestros equipos funcionando, y afortunadamente tanto los cursos, como la biblioteca, con préstamos on line y actividades como el Club de Lectura, vienen funcionando muy bien.

Obviamente, con la programación cultural las cosas fueron más difíciles, porque en general las actividades son esencialmente presenciales, pero hemos logrado organizar unas cuantas propuestas, y estamos programando toda otra serie, tanto en forma individual como en conjunto con diferentes instituciones como la Fundación Filba, algunos festivales de cine, etc.

Internamente, todo este proceso nos llevó a intensificar nuestros contactos con todos los institutos de América Latina, al punto que uno siente que está casi todo el día en una videoconferencia, y trabajando hasta más que antes, porque ahora no hay horarios o reuniones planificadas, alguien tiene un problema, y simplemente te llama, una costumbre que también es muy argentina. Y por supuesto también estamos muy en contacto con otras instituciones como el Club Matienzo, la sala Lugones, con quienes venimos trabajando hace mucho tiempo, y ahora seguimos conectados, pero en otra modalidad, donde tal vez lo más interesante es que estamos todos en un proceso de aprendizaje.

¿A partir de esos contactos cómo caracterizas la situación que está atravesando hoy el sector de la cultura?

Claramente la situación es crítica y compleja para la mayor parte de las instituciones culturales, pero especialmente para las independientes, que no tienen apoyos sistemáticos. Algo que no solo sucede en Argentina, sino que está ocurriendo a nivel mundial. 

En Alemania, por ejemplo, que muchos pueden pensar que esto no sucede porque es un país rico, y tiene todo bajo control, también pasa, porque el sector cultural tampoco es una prioridad, y los artistas e instituciones también están sufriendo esta situación. Los apoyos para el sector de la cultura vienen muy lentos, no hay discusión sobre la necesidad de salvar a Lufthansa, pero la ayuda para el teatro viene más discutida y más lenta. 

¿Y en ese contexto crees que hay algún saldo positivo de esta crisis?

La solidaridad, la innovación, la capacidad de adaptarnos a nuevos formatos digitales, y tal vez, la aceleración de ciertos procesos de modernización. Luego, particularmente como alemanes, la posibilidad de improvisar, de repensar las cosas de manera diaria o semanal, y no en plazos de años y años.

Finalmente, ya a un nivel mas general, tal vez esto implique cierta concientización sobre los efectos de algunas acciones del hombre sobre el medio ambiente, algo que en el Goethe trabajamos de manera sistemática, pero que esta situación evidencia. En ese sentido, como toda crisis,  creo que esta también implica ciertas oportunidades para que una vez que esto pase impulsemos ciertos cambios.

Para conocer la agenda completa de cursos y actividades del Goethe ingresá a: https://www.goethe.de/ins/ar/es/index.html