El viernes 26 de mayo se presenta “Palacio Barolo Extraordinary Nights”, el evento que propone conocer por dentro el Palacio Barolo acompañado de intervenciones teatrales, musicales y atractivos gastronómicos.
Edificado en la década del 20, inspirado en la divina comedia, con un estilo arquitectónico que aún hoy es difícil de caracterizar, el primer rascacielos de Latinoamérica, está reconocido internacionalmente como una de las joyas arquitectónicas de la ciudad de Buenos Aires. El palacio data exactamente de 1923, año en que el arquitecto italiano Mario Palanti finalizó la construcción de ese edificio, por encargo de Luis Barolo, el empresario textil, que quería albergar allí las cenizas del Dante, persuadido de que Europa, acosada por las guerras, tenía su destino final marcado y cercano.
Utilizada finalmente para la renta de oficinas, la imponente edificación de 24 plantas (22 pisos y 2 subsuelos), coronada con un gran faro giratorio, desde el que se puede divisar la costa uruguaya está enclavada en plena Avenida de Mayo, específicamente en su intersección con Hipólito Yrigoyen, y abarca 16.630 m2, distribuidos siguiendo celosamente las coordenadas que Alighieri planteó en su poema.
La división en tres partes: infierno, purgatorio y cielo, con un faro en su cúspide que representa el Empíreo; Las nueve bóvedas de acceso, que representan los nueve pasos de iniciación, y las nueve jerarquías infernales; los 100 metros de altura representando los 100 cantos de Dante, los 22 pisos, que simbolizan el número de estrofas contenidas en algunos de esos cantos, y los 11 balcones por las 11 estrofas que se encuentran en otros, son solo algunas de las alusiones a esa gran obra que podremos descubrir y experimentar de manera directa durante la visita.
“El recorrido comienza a las 8 de la noche, y dura algo más de dos horas, durante las que además de conocer la historia del edificio, los participantes disfrutan de música en vivo, degustación de vinos, y una sorpresa especial, a cargo de un misterioso personaje que acompaña el recorrido, recitando fragmentos de la Divina Comedia en Latín, ¿el fantasma del Dante? Tal vez. Le cuenta a Palabras Sebastián Cabral, responsable del diseño de la propuesta.
“Se trata de un recorrido plagado de momentos participativos, pensado de manera no lineal, con intervenciones teatrales, musicales y atractivos gastronómicos, durante el que también se puede presenciar el encendido del Faro, desde la cúpula, un lugar mágico, íntegramente construido en vidrio, donde por el efecto de su basamento, que también es de ese material, uno tiene la sensación de estar suspendido en el cielo”, agrega Cabral, en torno a ese espacio inspirado en las curvas del templo hindú dedicado al amor, Rajarani Bhubaneshvar, emblema de la realización de la unión del Dante con su amada Beatrice.
Plagado de historias, este edificio, que fue caracterizado por el historiador Carlos Hilger, “como el gran ejemplo local de arquitectura esotérica”, también remite a la masonería, a partir de la pertenencia de Palanti y Barolo a la logia ‘Fede Santa’, vinculada a los Templarios, un interesante capítulo que también se aborda durante la visita.
“La idea es que quienes conocen el Barolo, por pasar por su puerta o por haberlo visitado en el marco de alguna otra visita, puedan descubrir también algunos de los innumerables secretos que aún alberga, en una imperdible recorrida nocturna por los valores, las creencias, los proyectos, y el imaginario de la primera mitad del siglo xx”, concluye el experto.
Para participar de la visita del próximo 26 de mayo, o sumarse a las que se organizarán para la primera quincena de junio se puede solicitar información a ayresviajes@gmail.com, o visitar la web www.palaciobarolotours.com, que también ofrece diferentes opciones de recorridos.
En la otra orilla
Edificio emblemático de Montevideo, Luis Palanti comenzó con la obra del Palacio Salvo en 1923, terminada la construcción del Barolo, por encargo de tres hermanos italianos residentes en esa ciudad uruguaya, con el objetivo de “enmarcar lumínicamente el acceso a la desembocadura del Río de la Plata, como bienvenida a los visitantes extranjeros que llegaban en barco desde el Atlántico”, con los dos faros que se erguían en las cúpulas de las construcciones gemelas.
Finalizado en 1928, el edificio, que se irguió sobre el sitio donde estuvo ubicada la confitería La Giralda, lugar donde se tocó por primera vez el tango La Cumparsita, se compone de dos sótanos, piso bajo, entresuelo, 10 pisos altos completos, 16 pisos de torre, más la plataforma del faro, y fue declarado en 1996 como patrimonio histórico nacional del Uruguay.
Colmado de secretos y misterios como su gemelo argentino, en la web del municipio de Montevideo se puede acceder a información completa sobre las opciones para visitarlo.