Desde el 1 de marzo, todos los jueves en Beckett Teatro se presentará De los héroes que no aterrizan en las islas de los cuentos, una obra con dramaturgia y dirección de Pilar Ruiz, que propone viajar a la Argentina de los tempranos 80, para repensar desde allí la guerra de Malvinas.
Discípula de Guillermo Cacace, Mauricio Kartún y Ariel Barchilón, ganadora del EDIE2016 en dramaturgia por su obra Creerás en este Poema, en diálogo con Palabras Ruiz no duda en definirse como integrante de una camada de directores y dramaturgos jóvenes “que está interesada en generar un diálogo transformador entre forma y contenido, para potenciar al teatro como un hecho estético, sin disminuir su capacidad para reflexionar sobre lo que nos atraviesa”.
¿Cómo surge tu interés por trabajar sobre la guerra de Malvinas?
Si bien en 1982 yo aún no había nacido, y tampoco tengo familiares directos que hayan participado de la guerra, es un suceso histórico que siempre me conmovió mucho, sobre todo por el contexto político y social en el que se desarrolló, y entendiendo que fue una guerra absurda.
Así, entre las diversas preguntas que siempre me hice en relación a Malvinas, sentí que ¿cómo se vuelve de una guerra? y ¿cómo es la espera para quienes no fueron? eran disparadores para escribir una obra; y luego de leer mucho, mirar películas, investigar y generar un acopio de elementos e imágenes que entendía tenían potencia para generar ficción y poética comencé a hacerlo.
¿Igualmente, en ese proceso las preguntas terminaron anclando en una historia de amor?
Sí, claramente se anclaron en una historia particular, la historia de Julio, que vuelve de la guerra, y la de Cecilia, su amor desde la niñez, que va a su reencuentro, porque entiendo que mucho de lo íntimo conecta con lo general, y que cuando uno cuenta una historia muy singular eso después suele resonar en los cuerpos que están viendo o leyendo esa historia.
Entonces, la obra cuenta un momento del reencuentro de esa pareja, y allí están los dos lados: la que se quedó esperando, con lo que vivenció en esa espera, en esos 72 días; y también el regreso del que se fue. Pero además, al contar esta historia de amor, este noviazgo interrumpido por la guerra, se puede ver como lo político, lo histórico siempre irrumpe en lo privado, como dos universos en diálogo permanente.
¿Qué nos podés contar en torno a la puesta en Becket?
Desde el inicio, junto a la iluminadora y la escenógrafa nos propusimos poetizar todo esto que contamos, porque el lugar del teatro, y del arte en general también es el de la metáfora, el de lo poético, e hicimos un corrimiento estético, con una apuesta escenográfica muy potente donde intentamos que la habitación de Julio, el lugar al que regresa y donde se encuentra con Cecilia, sea un espacio totalmente corrido en términos de realismo, habitado por signos de otras cosas, de aquello que no se puede nombrar, y de lo que ha quedado congelado en el tiempo, y un espacio que va transformándose también a medida que la obra avanza.
¿Sentís que esas apuestas son también parte de la identidad de tu generación de directores y dramaturgos justamente?
Entiendo que hoy existen muchas formas de entender y hacer teatro, pero creo que soy parte de una generación que intenta contar lo que nos atraviesa, sin olvidar que está realizando un hecho artístico, que está interesada en generar un diálogo transformador entre forma y contenido, para potenciar al teatro como un hecho estético, sin disminuir su capacidad para reflexionar sobre lo que nos atraviesa.
Desde allí, todos en el equipo de la obra estamos muy conformes y entusiasmados porque entendemos que es una obra necesaria, y que desde nuestro pequeño lugar es un hecho importante poder sostener viva la memoria, y contar una historia que habla también de nosotros como país.
De los héroes que no aterrizan en las islas de los cuentos, se presentará desde el 1 de marzo, todos los jueves a las 21 hs en Beckett Teatro, Guardia Vieja 3556.