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Una ficción política contemporánea inspirada en la Revolución Francesa

Hasta el próximo viernes 30 de junio en la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín se presenta Todo saldrá bien (1) Fin de Luis, una obra teatral de 4 horas y media de duración, cuya autoría pertenece a Joël Pommerat, una de las figuras más destacadas del teatro francés contemporáneo. Construida en torno a […]

Hasta el próximo viernes 30 de junio en la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín se presenta Todo saldrá bien (1) Fin de Luis, una obra teatral de 4 horas y media de duración, cuya autoría pertenece a Joël Pommerat, una de las figuras más destacadas del teatro francés contemporáneo.

Construida en torno a interrogantes como ¿Qué lleva a los hombres a derrocar el poder? ¿Qué relaciones nuevas se instauran entre los hombres y la sociedad, los ciudadanos y sus representantes? , la obra interpretada por la Compagnie Louis Brouillard que dirige  Pommerat, cuenta la lucha por el proceso revolucionario que sentó las bases de la democracia moderna.

Estrenada en 2015 en el Teatro de Nanterre y consagrada como uno de los éxitos teatrales de ese año,  el espectáculo relata, según el dramaturgo, “el aprendizaje, la inventiva y las dificultades ligadas a la puesta a punto de una organización democrática. La Revolución inspira la dinámica de eventos y de ciertos personajes, pero no se trata de reconstituir 1789. Es un marco que sirve a la observación de los conflictos humanos, que permite mostrar la lucha política, el compromiso de todos los miembros de la sociedad, el esfuerzo y la efervescencia de ese momento de invención de la política tal como lo conocemos aún hoy”.

Con una puesta austera, que por momentos desborda los límites del escenario, y en ciertos pasajes ubica a los actores en plena platea, y en medio del público, la obra desafía la temporalidad actual invitándonos a un ejercicio de contemplación y atención desmesurado para estos tiempos, con sus 270 minutos de duración matizados por dos intervalos.

Sin embargo, Pommerat con maestría hace el viaje posible haciéndonos partícipes de los intensos debates de la Asamblea, con discusiones que por momentos pasan de lo argumentativo a lo físico, marcadas por el clima de tensión y violencia creciente que se filtra desde las calles de París.

“La Revolución Francesa es una gran escena mítica de nuestra historia contemporánea, con su conjunto de leyendas y de héroes, de buenos y de malos, de interpretaciones más o menos bien intencionadas vehiculizadas por nuestro imaginario colectivo. En Todo saldrá bien… estas personalidades no son identificables. El espectador está ubicado en un estado de descubrimiento de los acontecimientos, como si él mismo fuese contemporáneo de lo que se desarrolla ante sus ojos. Los personajes son anónimos y no se sabe nada de ellos con antelación”, precisa Pommerat en torno al dispositivo teatral que sostienen las notables interpretaciones de los actores de  la Compagnie Louis Brouillard.

“Todo saldrá bien… no es ni una reconstrucción ni una actualización, sino un objeto teatral que, como toda creación artística, pone en juego una relación con lo real y lo imaginario, el conocimiento y la ficción, las emociones y las referencias de cada uno de sus productores y receptores”, concluye el director.

Todo saldrá bien (1) Fin de Luis se presenta hasta el 30 de junio de miércoles a sábado a las 19 horas, y los domingos a las 18 horas en  la Sala Martín Coronado de Teatro San Martín, Avda. Corrientes 1530. Espectáculo recomendado para mayores de 13 años, en francés con subtítulos en español.

Sobre Joël Pommerat:

Autor y director, fundador en 1990 de la Compagnie Louis Brouillard, Joël Pommerat se caracteriza por montar exclusivamente sus propios textos, siempre elaborados en el transcurso de los ensayos, por lo que se define como un “escritor de espectáculos”.

En 1995 creó su primer texto, Pôles, y en 2004 presentó en el Théâtre National de Strasbourg Au monde, primera parte de una trilogía que continuó con D’une seule main (2005) y Les Marchands (2006), caracterizada por reflexionar sobre lo contemporáneo e interrogarse sobre el carácter de la representación, abordando lo real a través de materiales concretos e imaginarios.

En 2006 ofreció con gran repercusión Au monde y Les Marchands en el Festival d’Avignon, junto con Le Petit Chaperon rouge (Caperucita Roja), con la que inició una osada y muy personal reescritura de los clásicos infantiles que continuó con Pinocho (2008) y La Cenicienta (2011). Con Cercles/Fictions (2010) y Ma Chambre froide (2011) experimentó una nueva espacialidad a través de un novedoso dispositivo circular, así como en La Réunification des deux Corées (2013) montada en un espacio bifrontal con los espectadores enfrentados entre sí.

Ça ira (1) Fin de Louis, el espectáculo que presenta en la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín, fue estrenado en el Teatro de Nanterre y rápidamente se transformó en uno de los éxitos teatrales franceses de 2015.

Desde sus comienzos, Pommerat recibió el apoyo del Théâtre de Brétigny-sur-Orge y el Théâtre Paris-Villette, fue invitado por Peter Brook, fue artista en residencia en el Théâtre des Bouffes du Nord y artista asociado en el Théâtre National de Bruxelles y en el Odéon-Théâtre de l’Europe.