Ana López dice que los libros siempre fueron parte de su mundo. Es que en su casa tanto sus padres como sus abuelos eran ávidos lectores. El disfrute por la literatura la llevó a estudiar la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires y a fundar, junto con el escritor Luis Mey y el poeta Silvio Santantonio, la librería Suerte Maldita.
Hace casi cuatro años que se instalaron en el barrio de Palermo, donde tienen un catálogo orientado a la narrativa y la poesía. Dice que le gusta pensar Suerte Maldita como un espacio de encuentro entre lectores y autores. “Aspiramos no sólo a acercar a nuestros clientes al libro que saben que quieren, sino también abrirlos a lecturas nuevas. En ese sentido, nuestro lema es: ‘Armamos tu biblioteca’”, agrega.
Le pedimos a Ana que recorra los casi 40 metros cuadrados de la librería y elija 5 libros para los lectores de Palabras. Este fue el resultado.
Mapocho, de Nona Fernández Silanes.
“Una mirada sobre la historia reciente de Chile hilada por los restos de una familia, hilada de muertos, represión y una Virgen que siempre está de espaldas. Cruda e indispensable”.
El nervio óptico, de María Gainza.
“Inclasificable: una novela familiar, un libro de cuentos, un libro de arte. Once capítulos que comparten una misma narradora y una historia que gira en torno a una obra de arte. Un libro sutil, bello y descarnado”.
Zumbido, de Emily Dickinson
“Una compilación deliciosa de poemas y cartas de la poeta que hablaba con los muertos mientras escribía. Además, una edición bellísima de la Universidad de Valparaíso”.
Kokoro, de Natsume Soseki.
“Clásico de la literatura japonesa. Kokoro es una novela de iniciación y de amistad y también la historia de un secreto. Uno de esos libros que nos cambian para siempre”.
El gran despertar, de Julia Armfield.
“Un verosímil levemente desfasado en cada uno de los nueve cuentos de este libro donde lo extraño es ley: un gótico sutil e inapelable”.