Tras poco más de dos años, el Teatro Colón reabre sus puertas a los visitantes que deseen conocer el edificio y las historias que guarda nuestro principal coliseo.
El cierre del teatro debido a la pandemia no solo obligó a suspender las actividades artísticas, sino también las visitas guiadas. Durante los últimos meses del pasado año comenzaron a regresar gradualmente algunos conciertos con público reducido, pero recién esta semana abrirá las puertas a los visitantes.
Desde el jueves 21 de abril, locales y extranjeros ya pueden adquirir las entradas y disfrutar del recorrido guiado. Durante casi una hora, el tour te llevará a través de la Sala del teatro, el Foyer Principal, la Galería de Bustos y el Salón Dorado. Podrás acercarte y detenerte en cada detalle arquitectónico, apreciando los materiales, los vitrales y las piezas de arte que decoran y le confieren su identidad única. Pero quizás lo más interesante es escuchar in situ las anécdotas e historias sobre su construcción, eventos que tuvieron allí tuvieron lugar y curiosidades sobre las celebridades que recibió a través de los años, tales como María Callas. Un sinfín de secretos que aún viven en cada uno de sus rincones.
Un teatro único en el mundo
Antes de emprender la visita no está de más conocer algo más sobre el contexto en el que este edificio fue construido. En las primeras décadas del siglo XX, la ciudad de Buenos Aires ocupaba un lugar importante en la escena de la ópera y la lírica a nivel mundial. Todos hablaban maravillas del Teatro Colon, el principal coliseo de Argentina, que había inaugurado su nuevo edificio, el actual, en el año 1908. Éste, para muchos expertos se había convertido en una de las mejores salas por su calidad escénica y acústica.
Uno de los proyectos más ambiciosos en términos de planificación urbana fue el de modernización de la metrópolis de Buenos Aires. Como carta de presentación de una nación moderna y pujante parecía perfecto que el estado trabaje en la construcción de emblemas arquitectónicos que reflejen su ser nacional.
En este contexto marcado por variadas iniciativas arquitectónicas públicas y monumentales, el diseño y edificación de un teatro de ópera tenía una especial relevancia. Construir o remodelar un teatro de ópera era una idea extendida por toda Europa, y adoptada en América Latina durante gran parte del siglo XIX.
Los teatros líricos se habían convertido en el centro de recreación y relaciones públicas para las clases acomodadas durante siglos, y esto no había cambiado en las primeras décadas del 1900. El público que acudía al teatro reflejaba su posición social de acuerdo a lugar que ocupaba en el recinto.
Un nuevo teatro de ópera, un edificio monumental y emplazado en lugar privilegiado, entusiasmaba a toda la ciudad y a las autoridades. “Esta cuestión…tiene preocupado a muchos ánimos, como es fácil de suponer. De que el teatro se hará, no cabe la menor duda, porque así lo exigen el aumento de población, la selección del gusto artístico y la necesidad de los desahogos morales”. Citas textuales como esta eran publicadas en La Gaceta Musicaly Caras y Caretas por aquellos días de finales de siglo XIX.
Después de un accidentado camino, el Teatro Colón fue finalizado e inaugurado en mayo de 1908. Todos los recursos invertidos, financieros, materiales, humanos y simbólicos, encuentran sentido a la luz de las necesidades y exigencias de una época en que el lujo y la opulencia, lo monumental y funcional, eran sinónimo de progreso. El Teatro Colón era un ejemplo de todo esto.
Los críticos de aquella época escribían que “Buenos Aires tiene en uno de los mejores teatros del mundo y podríamos decir que el mejor de todos. La Ópera de París le aventaja en algunos detalles, como ser la belleza… pero no desde otros puntos de vista. La sala y el proscenio, por ejemplo, han sobrepujado las dimensiones del San Carlos de Nápoles y la Scala de Milán.”
Todo su esplendor, su historia y leyenda, está disponible para ser visitada, disfrutes o no de la ópera o la música clásica.
Cómo y cuándo visitar el Teatro Colón
Las visitas son guiadas y están disponibles los siete días de la semana. Con una duración de 50 minutos, empiezan a las 11:00 de la mañana hasta las 16.45 horas, con grupos cada 15 minutos. Todas en español a excepción de dos de habla inglesa para visitantes extranjeros, a las 13:00 y 15:00 horas.
Hay tarifas diferenciadas para residentes argentinos y extranjeros, así como precios especiales para discapacitados y acompañantes, jubilados, menores de 7 años, estudiantes argentinos y Pase Cultural. Estas entradas especiales solo pueden ser adquiridas en las boleterías del teatro y presentando los certificados o documentación que acrediten la situación.
Para adquirir las entradas puedes optar por acercarte al teatro, la boletería e ingreso es en la calle Tucumán 1171; o a través del sitio web en https://teatrocolon.org.ar/es/visitanos/visitas-guiadas
Disfrutá de esta experiencia única que nuestro gran teatro ofrece.