Música

Recuperación del catálogo de Music Hall: parte de la música argentina ya puede volver a las bateas

La semana pasada, fue anunciado en conferencia de prensa, que más de 1500 discos nacionales podrán volver a ser editados gracias a la definitiva recuperación del histórico catálogo del sello Music Hall. Una decena de placas de León Gieco, incluyendo los tres volúmenes de “De Ushuaia A La Quiaca”, el memorable “La Grasa De Las […]

La semana pasada, fue anunciado en conferencia de prensa, que más de 1500 discos nacionales podrán volver a ser editados gracias a la definitiva recuperación del histórico catálogo del sello Music Hall.

Una decena de placas de León Gieco, incluyendo los tres volúmenes de “De Ushuaia A La Quiaca”, el memorable “La Grasa De Las Capitales” de Serú Girán; “Sur”, “Lo Que Vendrá” y unas nueve obras más del maestro Astor Piazzolla, son solo algunos de los títulos que conforman este catálogo recuperado, que incluye también obras de Porsuigieco, Charly García, Eduardo Falú, Aníbal Troilo, Pappo y Zamba Quipildor, entre muchos otros.

Todas esas obras eran parte del histórico catálogo discográfico propiedad de la firma Sicamericana S.A.,  que actuaba comercialmente como Music Hall, Sazam y/o TK, y que al iniciar un proceso de quiebra judicial en 1993, impidió que las obras puedan volver a publicarse y que los intérpretes perciban ganancias por sus grabaciones, dato no menor si se tiene en cuenta que, por ejemplo, “Rockas Vivas”, de Miguel Mateos, uno de los discos más vendidos de la historia de la música Argentina, se encontraba entre las obras inmovilizadas.

Músicos como Charly García, León Gieco, David Lebón, Miguel Cantilo, Raúl Porchetto y Miguel Mateos habían iniciado hace unos 10 años un proceso judicial para recuperar sus discos, pero después de unos tres años de pelea, la causa se estancó porque, según explicó el propio Mateos, el litigio debía hacerse a través de un cuerpo colegiado como el INAMU (Instituto Nacional de Música),  que nos nuclea a todos».

Y si bien el INAMU no va a recibir dinero por las reediciones, el organismo se reserva el derecho a percibir los importes que se liquiden por comunicación pública en las sociedades de gestión colectiva que representan a los productores fonográficos, recaudación que Diego Boris, presidente del Instituto, anunció que será destinada a la realización del Programa «Mi Primer Disco», para fomentar la primera producción discográfica de distintos solistas o agrupaciones musicales de nuestro país.

«Nunca más debemos permitir que un patrimonio cultural tan importante como este, quede rehén de una disputa económica. Nunca más el silencio debe ser más importante que la música» manifestó, justamente, Boris, luego de otorgar las licencias de las obras a sus verdaderos creadores.

«Hay una riqueza incalculable que había quedado en un limbo legal durante todos estos años. Cada vez que en mis programas de radios difundía alguno de estos discos decía: ‘estoy pasando un rehén´. Que esa situación haya cambiado es un precedente importante», dijo el periodista Alfredo Rosso, que participó del anuncio, que terminó, con una festiva e histórica zapada de la que participaron  Charly García, David Lebón, León Gieco, Raúl Porchetto, María Rosa Yorio y Miguel Cantilo.