Entrevistas

Presto mis libros: una iniciativa para generar una red de lectura solidaria

Hay pocas actividades que le gusten más a Gimena Rearte que hablar de literatura. Lo hace con amigos, familiares, libreros y hasta desconocidos. Es que para esta gestora cultural leer es algo vital, a tal punto que se levanta una hora antes de que arranque su jornada laboral para avanzar con la lectura del momento. […]

Hay pocas actividades que le gusten más a Gimena Rearte que hablar de literatura. Lo hace con amigos, familiares, libreros y hasta desconocidos. Es que para esta gestora cultural leer es algo vital, a tal punto que se levanta una hora antes de que arranque su jornada laboral para avanzar con la lectura del momento. En 2020, su entusiasmo la llevó a crear Presto mis libros, una cuenta en Instagram donde ofrece – sin pedir nada a cambio – obras de Alan Pauls, Fabián Casas, Vivian Gornick, Almudena Grandes, entre otros. Así fue como sus conversaciones se multiplicaron y acercó autores a muchísima gente.

Conversamos con ella sobre este proyecto.

¿Cómo surge Presto mis libros?

Nació con la idea de hacer circular los libros que tengo en mi biblioteca y generar una red de intercambio de lecturas y recomendaciones. Siempre fui muy de prestar a mi círculo íntimo porque si hay uno que me despierta fascinación, le insisto a cualquiera que esté cerca para que lo lea. Durante el aislamiento del año pasado compartí capturas de los libros que iba leyendo en mi Instagram y les agregaba un breve texto de lo que me había generado la lectura. Eso derivó en un montón de conversaciones, idas y vueltas de recomendaciones. A la par, empecé a prestar atención a las novedades que publicaban las editoriales y las reseñas que iban apareciendo en las cuentas de lectores asiduos. Quería crear un espacio que fuese sólo para publicar los libros que leía, pero no quería que fuese sólo de reseñas así que pensé en cómo darle una vuelta. Así surgió la idea de prestar los libros. Considero que la lectura, en tanto práctica cultural, debería ser accesible para todas y todos y para fomentar eso puse los libros a disposición para circular.  Arranqué en septiembre del 2020, muy tímidamente, con 80 seguidores (la mayoría eran amigos y conocidos) y hoy ya somos más de 800.  Lo valioso del crecimiento es que fue todo boca en boca.

¿Por qué crees que tuvo tan buena recepción?

Creo que, en general, entusiasma mucho la iniciativa de que se ofrezca algo sin pedir nada a cambio. Llama la atención de que se presten desinteresadamente. Lo distintivo de la red es que la cadena de personas que se llevan a girar los libros se construye por medio de la confianza en la palabra y la demostración de voluntad: no les pido datos, ni les pongo plazos para leer los libros. A mí me parece sumamente valioso que se tomen el tiempo y el trabajo de encontrarse conmigo para que les entregue un libro o me lo devuelvan. Creo que hay que apostar por ahí, en tejer posibilidades de encuentro con el otro. Y los libros quizás sean la mejor excusa.

¿Qué es lo que más te sorprendió de este proyecto?

Me sorprendió mucho la predisposición y el compromiso de los seguidores, la cantidad de afinidades que encontré con personas que probablemente nunca hubiese conocido si no fuera por la cuenta. También lectores que ofrecieron sus propios libros para poner a disposición para circular.

En el último tiempo, los libros también aumentaron bastante de precio. ¿Crees que eso contribuyó a que más gente se sume?

Los libros nunca fueron baratos. El aumento es siempre una constante, al menos acá en Argentina.  Sí percibo que cada vez se vuelve más difícil comprar libros. El lector asiduo, que antes podía comprarse más de un libro por mes, quizás ya no puede. Creo que por eso los que me devuelven un ejemplar se llevan otro. Por otra parte, los libros ocupan espacio y quienes no son tan apegados al libro como objeto prefieren no comprar para no acumular.

¿Qué autores son los más pedidos?

Los libros que más circularon hasta el momento fueron los de Mariana Enríquez, Leila Guerriero, Tamara Tenembaum, Camila Sosa Villada y Rebeca Solnit. Mariana y Leila son dos autoras consagradas, que constantemente van despertando nuevos fans. En particular, el año pasado salió una nueva edición de Los suicidas del fin del mundo, un clásico de Leila y quienes no la habían leído quedaron atrapados por su voz. Recibí varios mensajes de lectores diciendo que después de ese libro les costaba engancharse con la lectura de otros. Lo mismo con Enríquez, quien publicó Nuestra parte de noche a fines del 2019, y lo que me dicen los seguidores es que no saben con qué seguir después de leerlo. Es un libro fascinante.

 

Podés seguir a Presto mis Libros en la cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/prestomislibros/