Entrevistas

Petróleo, cuatro mujeres para indagar sobre el estereotipo de lo masculino

Petróleo, la producción original del Complejo Teatral de Buenos Aires y el grupo Piel de Lava, que comenzó en la Sala Sarmiento, pasó por la Casacuberta y llegó al teatro Metropolitan Sura, triplica a partir del 9 de agosto sus funciones, para presentarse los días viernes, sábados y domingos en el horario central de las 20.30hs. […]

Petróleo, la producción original del Complejo Teatral de Buenos Aires y el grupo Piel de Lava, que comenzó en la Sala Sarmiento, pasó por la Casacuberta y llegó al teatro Metropolitan Sura, triplica a partir del 9 de agosto sus funciones, para presentarse los días viernes, sábados y domingos en el horario central de las 20.30hs.

En Petróleo las actrices del colectivo Piel de lava (Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes) interpretan a cuatro hombres que trabajan en un yacimiento petrolero. La convivencia de este grupo de operarios en un trailer de la Patagonia propone una aguda observación sobre los estereotipos masculinos y su construcción/deconstrucción, en una puesta escrita, actuada y dirigida por Piel de Lava y Laura Fernández.

Para conocer algunos detalles más de este proyecto, donde el humor se instala como un lenguaje perfecto para reflexionar sobre el ser humano, la cultura Palabras dialogó con Laura Paredes

¿Qué es Petróleo?

Petróleo es una obra que trabaja sobre la historia de cuatro trabajadores del petróleo que están en la Patagonia, obligados, por la lógica de su tarea, a convivir mucho tiempo.

La obra narra ese tiempo doméstico dentro del trailer, en un oficio donde, además, la masculinidad se sobreactúa constantemente como mecanismo de supervivencia.

En ese transcurrir, llega un trabajador nuevo que trae algunos elementos bastante disruptivos para la dinámica que imperaba: toma de lo masculino lo que quiere y de lo femenino lo que quiere, como diciendo: “están todas estas cosas para tomar, yo agarro lo que quiero de cada una”, aún con el tema de la producción, lo que produce un eco en el resto de sus compañeros.

En algún punto, entonces, Petróleo termina por ser una fábula simple y revolucionaria, y al mismo tiempo bastante rupturista, porque gira sobre lo doméstico, pero poniendo el foco en lo masculino y no en lo femenino como es usual.

¿Cómo fue el trabajo de producción de esta obra?

Fue un trabajo muy interesante, donde nos metimos en todo un universo que desconocíamos, hablamos con trabajadores del petróleo, investigamos sobre esas masculinidades y sobre ese trabajo. Estudiamos mucho, y trabajamos especialmente con algunos textos de Adrián Palermo, un antropólogo que investiga mucho sobre masculinidades, y como las empresas capitalizan la idea de la masculinidad para que los trabajadores no se quejen del frío, de los accidentes laborales, etc. señalando como el patriarcado también es durísimo para los hombres, y más para los hombres precarizados.

¿Y sin embargo es una obra con mucho humor?

El teatro tiene eso, un efecto catártico que te permite reírte de determinadas situaciones al menos por un tiempo. Además, cuando comenzamos a indagar en torno al proyecto nuestro primer impulso fue casi lúdico, y algo de eso pervive. Luego, naturalmente empezaron a surgir muchas cosas “más serias” que nos dimos cuenta que también queríamos exponer, pero todo empezó como un juego de capas de representación, y la obra es fiel a ese origen.

¿Qué implicó el pasaje del Sarmiento a la Casacuberta y de allí al Metropolitan?  

Para nuestra manera de producir Petróleo ya es una obra atípica, porque la generamos en pocos meses, y por eso nunca tuvimos tiempo de pensar qué podía pasar con ella.

Además, en relación a los espacios a los que estamos acostumbradas, ya pasar de una sala independiente a la Sarmiento fue todo un desafío que nos permitió crear una obra con una puesta más abierta.

En esa línea, si bien insisto todo este proceso fue bastante sorpresivo para nosotras, Petróleo fue creciendo de manera muy orgánica de la Sarmiento a la Casacuberta, y de allí al Metropolitan.

Obviamente, nosotras nos asustamos con cada paso, porque somos medio negativas, pero por suerte la obra siempre fue encontrando su público, algo que nos alegra enormemente.

Y en ese transcurrir entienden que definitivamente Piel de Lava luego de tantos años llegó con Petróleo a una etapa distinta  

Nosotras siempre tuvimos la sensación de que se nos consideraba una pandilla, entonces, que nos pase esto, que le pase esto a una obra nuestra, creo que antes que hablar de madurez como muchos plantean, habla del triunfo de la inmadurez, y de que un grupo que hace todo- escribe, dirige, actúa- es posible, y puede funcionar. Porque la idea de la consagración va ligada a otras formas de trabajo, y esto definitivamente es la victoria de otra modalidad.

En esa línea, me parece que cuando la gente se emociona con Petróleo, se emociona también con el grupo, porque nos conoce, porque nos intuye, porque lee nuestra historia en el programa, y ese es un plus que genera otra relación con el espectador.

Petróleo se presenta desde el 9 de agosto, los viernes, sábados y domingos a las 20.30hs en teatro Metropolitan Sura, Av. Corrientes 1343.

Sobre el grupo Piel de Lava

Desde su formación en 2003, el grupo Piel de Lava –integrado por Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes– trabaja ininterrumpidamente en procesos de creación colectiva. Ha estrenado cuatro obras: Colores verdaderos (2003), Neblina (2005), Tren (2010) y Museo (2014), todas construidas a partir de la indagación sobre los mecanismos de actuación y la dramaturgia grupal. A través de estas creaciones, Piel de Lava encontró un método colectivo y propio en el que confluyen simultáneamente la actuación, la dramaturgia y la dirección teatral.

En el marco del programa Artista en Residencia del Complejo Teatral de Buenos Aires, (julio-septiembre 2018), Piel de Lava presentó en el Teatro Sarmiento una retrospectiva con todas sus obras, ofreció un workshop sobre creación grupal y estrenó su nuevo espectáculo: Petróleo, que agregó funciones posteriores en la sala Casacuberta del Complejo Teatral de Buenos Aires y luego pasó al Metropolitan Sura, una de las principales salas del circuito comercial que hoy triplica las funciones y extiende la temporada de la obra elegida por el público.