Desde el 1 de agosto y hasta el 28 de septiembre se realizará una nueva edición del Festival de la Luz, el máximo encuentro de fotografía de Latinoamérica, que este año reunirá a más de 350 artistas de todo el mundo, en 162 muestras que abarcarán 90 sedes en todo el país.

Creado en 1989 con el objetivo de difundir la fotografía argentina al mundo, descubrir talentos emergentes, ratificar la vigencia de los artistas ya consagrados, y confrontar las diversas tendencias dominantes en el campo de la fotografía artística, el Festival festejará sus 30 años con un ambicioso programa estructurado en torno a la violencia histórica y la fuerza vital como ejes, e integrado por más de un centenar de exposiciones, además de charlas, workshops, y revisiones de portfolios.

Para conocer algunos detalles de la gran edición aniversario, y conocer sus recomendaciones para visitarla Palabras dialogó con Silvia Mangialardi, directora artística del encuentro.

¿Qué implica para ustedes cumplir 30 años con el Festival, y cómo se preparan para celebrarlo?

Cumplir 30 años en Argentina, un país donde las crisis periódicas son una constante, y no haber parado de organizarlo nunca es para nosotros un motivo de mucho orgullo, porque realmente atravesamos diferentes gobiernos, y diversas autoridades culturales, pero también durante estos 30 años la fotografía, las tecnologías, las comunicaciones han cambiado inmensamente. Para mensurarlo solo hay que pensar que cuando comenzamos internet, por ejemplo, no existía.

En relación al contenido esta 30 edición estará estructurada en torno a dos ejes: la violencia histórica y la fuerza vital, como grandes articuladores de las distintas instancias del  programa, que además de las exposiciones tendrá un fuerte foco formativo, a través de charlas, y workshops, que intentarán dar cuenta del paradojal momento que estamos atravesando donde, por un lado, hay una práctica constante y por parte de todo el mundo de la fotografía, pero por otro lado, el analfabetismo visual es inmenso.

¿Cuáles han sido los criterios generales para la curaduría del festival y que tendencias han vislumbrado en la selección de proyectos?

En general en este festival ingresa todo aquel material que nos parece bueno, que vale la pena, más allá de nuestro gusto personal, y por eso es tan amplio. Además, aun cuando el eje es la vida tendrá muchísimas muestras que trabajarán sobre temas como el exilio, las migraciones, la gente que no tiene donde vivir, la esclavitud sexual, o la herencia del holocausto, porque honrar la vida no solo es hablar de lo lindo y de lo bueno, sino también fijarse cuáles son las dificultades que estamos atravesando.

En relación a las tendencias, en términos conceptuales, ya que los artistas siempre expresan las problemáticas y las dificultades de su tiempo, esta, como cada edición, será realmente sorprendente. Luego, en relación a la tecnología, frente a un avance tan veloz, vamos a encontrar algunos trabajos conceptuales imposibles de realizar en otro tiempo, pero también cierta vuelta a la utilización de procedimientos antiguos, y laboratorios convencionales como una manera de marcar diferencias.

¿Definitivamente con esta edición podemos decir que el Festival consagra también su faz federal? 

Desde 1989, cuando comenzamos con la primera edición, el Festival se instaló como una gran reunión federal, a la que vinieron muchísimos fotógrafos del interior. Luego, es verdad que llegar allí para nosotros fue más difícil, porque hacerlo requiere una logística bastante complicada, pero una vez que lo logramos definitivamente no paramos de crecer.

Así, en esta edición estaremos en 36 localidades de todo el país, en 90 espacios de exhibición entre museos nacionales y provinciales, galerías y centros culturales, y específicamente, además de en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, diferentes muestras llegarán a Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy (sede oficial), La pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan (sede oficial), San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y Ushuaia.

Para terminar te pido una guía de tus imperdibles de la 30° edición

Realmente estamos muy contentos con toda la programación, pero entendiendo que es muy amplia a la hora de seleccionar creo que todas las muestras que se van a presentar en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti realmente son imperdibles, con hitos como “Casus Familia”, del artista canadiense Frank Rodick, que analiza la vigencia de los traumas ligados al Holocausto a través de las diferentes generaciones,  o Retratos de 108, del artista coreano Jinhyun Cha , y Women of Confort, de Jan Banning, dos muestras que reúnen retratos de mujeres raptadas en territorios ocupados y sometidas a esclavitud sexual por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

Obviamente, la muestra de Alexander Rodchenko, el gran constructivista ruso que estará en el CCK es casi obligatoria. La muestra da cuenta de los trabajos que realizó en el período de diez años en el que fue docente en la Vkhutemas (Talleres de Enseñanza Superior del Arte y de la Técnica), entre otros materiales. Es un autor tan revolucionario que vamos a ver fotos de 1930 que mantienen una vigencia estética increíble.

 Finalmente, este viernes 27 de julio, pre inauguración del festival también estaremos presentando una muestra en la Sala Roma del Instituto Italiano de Cultura que se llama La fuerza de los afectos, que realmente vale la pena visitar. Es un diálogo entre cuatro artistas que se interroga, entre otras cosas, sobre qué es una familia normal hoy, de una manera profunda pero accesible a la vez.
El Festival de la Luz – 30 ° edición se desarrollará desde el 1 de agosto y hasta el 28 de septiembre de 2018. El programa completo y las sedes del evento se pueden consultar aquí.