El pasado 27 de noviembre, Madrid perdió a una de sus escritoras insignia. La autora de Las edades de Lulú, Malena es un nombre de tango y El corazón helado, dejó tras de sí una obra que supo combinar el relato histórico con las historias personales de una España que quedó marcada a fuego por la cruel guerra civil que conmovió al país desde 1936 a 1939, y que posteriormente sufrió la dictadura de Franco durante casi 40 años.
Hace algunos días se supo de boca de su editor, que la escritora dejó prácticamente terminada una novela que verá la luz de manera póstuma, casi con total seguridad en algún momento del próximo año 2022.
No será este el sexto episodio de sus Episodios de una guerra interminable, el aplaudido proyecto narrativo de seis novelas independientes que relatan momentos significativos de la resistencia antifranquista en un periodo comprendido entre 1939 y 1964.
Inés y la alegría (2010), El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017) y La madre de Frankenstein (2020) son los cinco episodios que conmovieron a los lectores durante la última década. Pero la serie, lamentablemente, quedó inconclusa.
Juan Cerezo, su editor adelantó a los medios algo del contenido de la obra póstuma: «Cambió simplemente de género, pero puedo decir que es una novela coral, con personajes que se comportan y confabulan como los protagonistas de los Episodios. Es decir, que hay una resistencia».
Esta nueva novela distópica nace en respuesta a la pandemia y el confinamiento. De este momento de desconcierto y confusión generalizado nace por tanto esta futura novela póstuma que rompió su programa de trabajo. «Ella era muy previsora y quería cumplirlo a rajatabla pero, como pasó en la anterior crisis, esto fue un arrebato en pleno confinamiento para contar lo que nos está pasando», explica Cerezo.
En pleno encierro generalizado la autora pensó en una historia que se desarrolla dentro de unos años. Parte del escenario transcurre en una urbanización cerrada de la periferia de Madrid, donde se refleja cómo ha evolucionado la sociedad y cómo lo que marca grandes diferencias en los diferentes estratos sociales es la capacidad de cada cual de protegerse de las amenazas externas.
Almudena Grandes fue enterrada en el Cementerio Civil de Madrid el pasado noviembre, en un acto multitudinario de despedida con centenares de libros en alto en las manos de sus lectores, miles de los cuales han firmado en pocas horas en la plataforma de peticiones Change.org para que Almudena Grandes sea nombrada Hija Predilecta de Madrid.