1400 camisetas de más de 450 equipos diferentes, imágenes e historia, reunidas en un libro es la propuesta de Atlas de camisetas (Planeta), la reciente obra de Alejandro Turner y Ernesto “Cune” Molinero, que recorre y compila a través de 264 páginas las casacas del deporte más popular de nuestro país.
“Este libro nace de algo que no se puede explicar: de lo que se siente al ver cierta combinación de colores asomando desde la oscuridad de un túnel. De ese pasaje a la intensidad que nos extendieron el día que nos regalaron nuestra primera camiseta de fútbol”, cuentan los autores en la sinopsis de esta obra, que supuso un arduo trabajo de más de dos años, y está llamada a ocupar un lugar especial en el corazón y en la biblioteca de todos los amantes del fútbol.
“El fútbol deja huellas en la historia del país y cada momento del país deja sus huellas en el fútbol. Las camisetas, el registro del origen de sus colores, y de la evolución de su diseño, es también el registro de muchas de las peripecias y transformaciones de la sociedad argentina”, le dice a Palabras Ernesto Cune Molinero, habilitando una línea de lectura posible, entre tantas que seguramente, suscitará esta obra.
¿Cómo se les ocurrió armar este Atlas?
La idea surge apoyada en dos vertientes: por un lado, tanto a Alejandro como a mí nos encanta el fútbol, venimos trabajando hace mucho tiempo, y teníamos ganas de hacerlo pero en otro ámbito fuera de la TV. Por otro lado, tenemos muchos libros y catálogos, de hecho yo soy coleccionista de camisetas; entonces pensamos: ¿por qué no hacer un libro que reúna todas las camisetas del fútbol argentino? La idea siempre fue totalizadora, desde el inicio nos planteamos que no falte ninguna, y así surgió la posibilidad de darle categoría y formato de atlas, inspirándonos también en la sección banderas que traían las viejas enciclopedias.
¿Definido el camino, cómo se organizaron?
Una de las primeras cuestiones que decidimos fue que de cada equipo estarían por lo menos las primeras y las últimas camisetas, para dar cuenta de la evolución, del diseño, y también nos interesaba darle un lugar a las significativas: aquellas ligadas a logros importantes, como ganar un campeonato, o determinados partidos, que son las que los hinchas siempre recuerdan.
Inmediatamente vimos que con ese recorte quedaban un montón de camisetas afuera, muchísimas muy lindas con las que no se había ganado nada, muchas muy raras, las suplentes, las de homenaje, las que tenían algún diseño especial, como el escudo del club en el pecho, o las que repetían patrones, como las de animales, que varios clubes las tienen haciendo un guiño a su apodo, por ejemplo Aldosivi de Mar del Plata, apodado el Tiburón, que tiene una con un diseño de escamas; o Tigre, que también tuvo un diseño atigrado.
Cuando comenzamos a organizar esquemas para incluirlas entendimos que además había un montón de equipos que ya no existían, muchos amateurs, que también merecían estar, y entramos en otra instancia mucho más difícil porque en esos casos había pocas fotos o solo había blanco y negro o coloreadas.
Finalmente, y aunque se podía seguir, en el Atlas hay por lo menos una camiseta de todos los equipos que alguna vez participaron de A a la D, y los que jugaron alguna vez los viejos torneos nacionales del 67′ al 85′. Además están los que participaron una vez de la Copa Argentina, y los equipos del Ascenso que se desafiliaron en el profesionalismo. También hay camisetas de los campeones amateurs y todos los que ganaron un torneo o Copa especial.
¿Casi que a través de las camisetas terminaron por armar una historia del fútbol y del país también?
De alguna manera, y aun cuando no nos propusimos hacer una investigación a fondo sobre ese tema el Atlas permite esa lectura, porque a medida que avanzamos cada vez nos quedaba más claro que el fútbol deja huellas en la historia del país, y cada momento del país deja sus huellas en el fútbol. Entonces, las camisetas, el registro del origen de sus colores, y de la evolución de su diseño, es también el registro de muchas de las peripecias y transformaciones de la sociedad argentina.
Los colores de los clubes, su origen, es un tema clave en esa línea porque aunque muchos nacieron por casualidad, también otros están directamente relacionados con el ideario político de los fundadores, y, por ejemplo, la mayor parte de las que tienen rojo, que es un color presente en muchísimas, se relaciona con el ideario socialista que tenían los fundadores de los clubes.
¿Y qué descubrieron de las historias, como la del barco con la bandera de Suecia en que, supuestamente, se inspiran los colores de Boca Juniors?
Cuando comenzamos a investigar ese tema, dando por cierta la historia, nos llamó la atención que ningún historiador aclaraba la fuente, el dato, el acta donde eso estaba asentado etc., entonces fuimos a consultar al equipo de historiadores permanentes que tiene el club. Ellos nos plantearon que no podían desmentir esa historia pero tampoco confirmarla, porque definitivamente el tema no estaba claro. Así que en este, como en otros casos, muchas historias funcionan como mitos fundacionales y son poco comprobables, mientras que otras son más comprobables, como la de la camiseta de Vélez, que originalmente tenía los colores de la colectividad italiana, hasta que un comerciante les ofreció a los directivos del club, y a muy buen precio, comprar la blanca con la v azulada.
Resulta que un tiempo antes, un club australiano de Rugby había llegado al país y le había encargado ese diseño, pero finalmente le dejaron la producción de clavo, y para no perder la plata se las ofrece a Vélez, dando origen a la adopción de la v azulada.
Junto a los distintos clubes Maradona también tiene su capítulo
Claro, porque se lo merece, y porque cada camiseta que se puso se convirtió en emblemática, desde la del Sevilla, hasta la especial que hizo Boca cuando volvió, cada vez que Maradona utilizó una camiseta fue un antes y un después .
Además, volviendo a la historia, su figura fue gravitante para que apareciera definitivamente el mecanismo del auspicio en la camiseta, de hecho, la primera que lo tuvo en el fútbol argentino fue la de Argentinos Juniors de la campaña 79, 80. Por esa época al club se le hacía muy difícil sostener a Diego, entonces empiezan a buscar plata por todas partes, y Suárez Mason, que era muy allegado a Argentinos, les acerca el auspicio de Austral, aerolínea que por entonces era estatal, y cuyo nombre aparece chiquito en el pecho de la camiseta de ese año.
Luego, el mecanismo durante los 80 empieza a generalizarse, y antes, en el 67, Boca había salido a la cancha con un buzo que decía Crush, pero se lo sacaban para jugar, así que en la camiseta el primero que porta sponsor es Argentinos.
Obviamente, la selección también tiene su espacio
Desde ya, con camisetas hermosas, como la azul de los 90 que a mí me encanta, y con historias bastante sorprendentes como la de la primer camiseta que utilizó un equipo que podía llamarse selección argentina, que fue con Uruguay, donde el equipo que utilizó una camiseta totalmente celeste fue nuestra selección; o la del mundial del 58, el primero que se televisó en Europa, donde las camisetas alternativas casi no existían, pero llega el partido con Alemania y uno de los equipo tiene que cambiar de camiseta, le toca a Argentina y un equipo de Suecia, que ya no existe, le prestó sus camisetas amarillas, así que Argentina salió frente a Alemania vestido de amarillo en ese mundial.
¿Por qué uno recuerda una camiseta?
Para mí el fútbol tiene una dimensión estética, que va más allá del juego, que es muy marcada, y donde me gustan especialmente las camisetas de las décadas de 60 y el 70. Entonces creo que a las camisetas se las recuerda por lo lindas, y luego por lo que ganaron. Pero si una camiseta que no es muy linda y gana mucho, ahí no solo se la recuerda sino que también se vuelve linda automáticamente.