Finalmente hace unos días llegó a todas las plataformas digitales Guastavino Ahora, un disco que reúne obras del gran compositor argentino, interpretadas por Fernando Lerman, Laura Albarracín, Nacho Abad, Máximo Rodríguez y Tomás Babjaczuk, una mirada desde lo popular acerca de la obra de uno de los compositores académicos de referencia del siglo XX argentino.
Los co-autores de las canciones que forman parte de este nuevo disco son poetas notables, como Jorge Luis Borges, Atahualpa Yupanqui, Gabriela Mistral, León Benarós, Hamlet Lima Quintana, Rafael Alberti y Alma García, revisitados en versiones con arreglos osados pero respetuosos, y una instrumentación que incluye bajo y batería.
Para conocer algunos detalles más de este trabajo que da cuenta de la multiplicidad de recursos necesarios para encarar el desafío de hacer música popular de cámara, Palabras dialogó con el compositor, saxofonista y flautista Fernando Lerman.
¿Cómo surge el proyecto de lanzar esta mirada desde lo popular sobre la obra de Carlos Guastavino?
Yo desde siempre me he movido en el ámbito de la música popular y en el de la música académica, pivotando entre un lado y el otro de manera muy natural.
A Guastavino, a su obra, en tanto, la conozco de mis épocas de estudiante, pero además tuve el placer de conocerlo personalmente allí por los años 90, cuando lo pude ir a visitar a su departamento en el barrio de Belgrano, y hasta hoy siento que muchas de las cosas que charlamos aquel día me siguen marcando, así que este disco tiene connotaciones muy profundas, no es algo nuevo, sino parte de un proceso de largo trecho.
¿Cómo era Guastavino?
Por un lado era un tipo muy conservador, usaba un lenguaje más anclado en el siglo XIX que en el XX, no le gustaba el serialismo, el dodecafonismo, ni determinados compositores, pero al mismo tiempo era muy innovador a la hora de emplear y combinar en sus obras elementos de nuestro folklore, de nuestra música gauchesca.
Tal vez por eso es una figura con la que pasa algo muy interesante: los intérpretes, todo el ámbito del canto lírico, del coro, lo respeta muchísimo, y su obra se canta en todas partes del mundo, pero en el ámbito académico no se lo respeta tanto, aunque, definitivamente, yo creo que es de los 4 o 5 compositores académicos más importantes que tenemos.
Frente a esa importancia y también en función de lo gravitante que es su figura en tu trabajo, ¿cómo fue la selección del repertorio?
La selección fue muy consensuada entre todos, especialmente, con Laura Albarracín y con Nacho Abad, que trajeron sus propuestas más allá de las obras que yo ya tenía decididas que iba a hacer, como una nueva versión de Se equivocó la paloma, que es una obra que ha tenido infinidad de arreglos muy distintos, y donde yo tenía ganas de hacer mi arreglo, con mi sello, con la melodía de Guastavino respetada a rajatabla, pero al mismo tiempo con un arreglo totalmente nuevo.
Luego, algunas obras las sugirió Laura, en función de algunos poetas que a ella le gustan mucho, como Hamlet Lima Quintana, de quien tenemos una versión de la canción Hermano, que es un tema que prácticamente no tiene versiones líricas, pero sí tiene una muy importante en un disco de Mercedes Sosa.
Después, por ejemplo, El forastero, de Atahualpa Yupanqui, es un tema que yo lo había escuchado cantado, y no podía creer que no hubiera una versión popular de esa obra, así que llevé el arreglo un poco para el lado de la música litoraleña, y sinceramente, es uno de los que más me gusta.
La idea de La canción del estudiante, pasada así a candombe y a marcha camión, en tanto, era una posibilidad que tenía en mente hace mucho tiempo, que por suerte le gustó a Nacho Abad, y creó este arreglo para el disco, mientras que el primer tema, Milonga de dos hermanos, con letra de Jorge Luis Borges, es un tema que tiene una versión de Jairo muy importante, con un arreglo de Ricardo Miralles, y allí juego al revés, vuelvo a cosas que están en la partitura de Guastavino y no en la versión de Miralles.
Y así, en la integración de los temas, creo que logramos un disco con un repertorio variado, representativo, y también distinto.
¿En un ejercicio imaginativo, crees que a Guastavino le gustaría el material?
Yo estimo que sí, porque él hacía mucho esto de crear arreglos distintos, y versiones diversas, y fue un compositor que se vinculó mucho con figuras icónicas de la generación de folkloristas de los años 70 como Mercedes Sosa, Hamlet Lima Quintana, Atahualpa Yupanqui, etc.
Por eso también, creo que el público al que le gusta el folklore, pero también la música académica desde una visión abierta, va a disfrutar mucho de la obra.
Acerca de los músicos que participan:
Laura Albarracín: su extensa trayectoria incluye escenarios y festivales de todo el país, un homenaje a Atahualpa Yupanqui en el Teatro Colón y proyectos con grandes músicos como Daniel Homer, Lucho González, Nacho Abad, Lilián Saba y Juan Falú, entre muchos otros. Se destacan entre sus producciones discográficas “Diario del alma”, “Canto versos”, “Chaco” y “Pájaros en el aire”.
Participó en un homenaje a Chabuca Granda en Perú, en los Festejos del 25 de Mayo en EEUU, en recitales realizados en el Paraguay junto a Oscar Cardozo Ocampo; en la Feria Internacional del Libro en Venezuela y en el Festival Internacional del Tango acompañada por la Orquesta de Tango de Buenos Aires dirigida por el Maestro Carlos García y en conciertos con la Orquesta Juan de Dios Filiberto, dirigida por Néstor Marconi, Oscar D’Elía y Lito Valle. Ha recibido el Diploma al mérito Premios KONEX 2005.
Fernando Lerman: compositor, saxofonista y flautista. Sus obras de música de cámara han sido interpretadas por reconocidos concertistas como María Noel Luzardo, Miguel Villafruela, Amalia Del Giudice, Tanya von Arx, Carl Emmanuel Fisbach, Jay Byrnes, Emiliano Barri, el Cuarteto Argentino de Saxofones, el Quinteto de Clarinetes de Buenos Aires y el Cuarteto de Saxos 4 MIL.
Ha compartido proyectos artísticos con Abel Rogantini (“Astitor”), Alejandro Manzoni (“BIO”), Máximo Rodríguez (El Cuatriyo); Ricardo Nolé (“Templando-Jazzdombe”), Ludmila Fernandez (“Oliverio Girondo, para que siga dando vueltas”), Liliana Herrero (Cd “El grillo violinista”), Víctor Skorupski, Germán Moine, Jorge Scarinchi, Fabio Zurita (El Noneto), Gustavo Liamgot, María Estela Monti, Fabián Zylberman, Jorge Retamoza, Juan “Pollo” Raffo, Daniel Tinte, Quito Gato y Hernán Valencia (3-0-3).
Entre sus últimos trabajos se encuentran el álbum “Tuyo, mío, nuestro” con los guitarristas Juan Falú, Obi Homer, Alan Plachta y Claudio Cecolli, y el unipersonal con música en vivo “Ocho Cartas para Julio” con Juan Palomino y textos de su hermano Gabriel Lerman. Desarrolla conciertos y clases en ciudades de Argentina y en el exterior: Santiago de Chile (Universidad de Chile), París (Sala Selmer), Berlín (Universität der Künste) y La Habana (Instituto Superior de Arte). Actualmente coordina la Tecnicatura en composición de arreglos musicales de la UNA (Universidad Nacional de las Artes). En 2019 se realizaron conciertos monográficos con sus obras en Santiago de Chile (Universidad Academia Humanismo Cristiano) y Santa Rosa (Banda Sinfónica de La Pampa).
Nacho Abad: pianista, compositor, arreglador y docente; es egresado de la Escuela de Música Contemporánea Berklee.
Fue pianista durante muchos años de la banda de la cantante Patricia Sosa. Ha compartido escenario y trabajado junto a Julia Zenko, José Luis Perales, Pasión Vega, Sandra Mihanovich, Raúl Lavié, Laura Albarracín, Claudio Basso, Julie Freundt, Suna Rocha y Raúl Carnota, entre otros.
En 2008 editó su primer disco solista “Entre sueños, una vidala” y en 2014 “Nacho Abad”, realizando con ambos trabajos presentaciones en diversos escenarios de Argentina y giras por Perú, España y Suiza.
Máximo Rodríguez: comenzó su actividad profesional como bajista y docente particular en 1981. Ha dado clases durante muchos años en EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda) y actualmente las sigue dando en la Escuela de Arte Leopoldo Marechal de La Matanza.
Desde 1997 dirige sus propias agrupaciones (Máximo Rodríguez Cuarteto, Quinteto, y Sexteto) con las cuales grabó cuatro discos, todos con sus composiciones.
Integró grupos de diversos artistas como Rodolfo Alchourron, Héctor Sanchez, Néstor Tomassini, Fabián Keoroglanian, Laura Albarracín, Claudia Mores, Guillermo Fernández y Daniel Messina, entre otros.
Grabó tres discos con El Cuatriyo, grupo integrado por importantes instrumentistas y compositores como Alejandro Manzoni, Abel Rogantini, Fernando Lerman y Leandro Savelón.
Ha participado desde 1990 de innumerables comedias musicales como músico de orquesta. (Drácula, El Jorobado de París, Aplausos, Canciones para mirar, Broadway, Sweet Charity, Los Productores, Hairspray, entre otras).
Desde 2019 dirige Proyecto Mandala Dúo de Guitarras + Canciones junto a Tatiana Barreiro en voz y Ale González en guitarra.
Desde 1998 es endorser de Yamaha Argentina con quienes ha participado como conferencista en temas relacionados con la educación musical, y ha intervenido de diversos eventos musicales con el grupo El Cuatriyo y el Dúo Diez Cuerdas con la guitarrista Analia Rego.
Tomás Babjaczuk: se formó en Berklee College of Music (Boston, USA) donde obtuvo la distinción Summa Cum Laude en su diploma universitario, que resultó una experiencia única en el plano musical.
Compartió escenario con figuras destacadas del jazz en Argentina y el resto del mundo entre los cuales están David Gilmore, Juan Cruz de Urquiza, Pollo Raffo, Dave Santoro, George Garzone, Bebo Ferra, Matt Pavolka, Carlos Negro González y Swing Timers. Actualmente se destaca por su gran actividad en diversos proyectos dentro de la escena en Buenos Aires.