A tan solo 10 días de la segunda vuelta electoral en la Argentina, las editoriales Interferencias y Siglo XXI organizaron Libertarios, entre la rebeldía y la utopía, un diálogo entre Luis Diego Fernández y Pablo Stefanoni, moderado Tomás Borovinsky.
Durante el diálogo, Fernández, autor de Utopía y mercado, una antología que busca reflejar los diferentes rostros del pensamiento libertario y Stefanoni, autor de La Rebeldía se volvió de Derecha?,ensayo que construye una síntesis histórica de estos movimientos, revisaron esta tradición radical estadounidense, a la luz de la coyuntura electoral local.
Palabras participó del diálogo donde los autores, provenientes de distintas tradiciones intelectuales, brindaron claves para pensar “el mundo en el que vivimos, las angustias que transitamos, y las luces que cada uno puede imaginar al final del túnel”, como sintetizó Stefanoni.
Como puerta de entrada a este universo, hoy compartimos una síntesis de las ideas que desarrolló el autor de La Rebeldía se volvió de Derecha?
El diálogo completo se puede ver aquí
https://www.youtube.com/watch?v=EPbYqPFxqMg)
El Origen
Doctor en Historia de la UBA, jefe de redacción de la revista Nueva Sociedad e investigador, Stefanoni se sumergió en el universo de las ideas libertarias cuando el fenómeno en la Argentina era todavía tangencial.
“Cuando me propuse escribir “La Rebeldía” me pareció que el discurso de derecha o de las derechas alternativas empezaba a asumir una dimensión anti statu quo, anti élite, antisistema que valía la pena explorar», explicó durante la charla y precisó: “Milei todavía no era candidato y estaba fuera del radar de los politólogos, aparecía ya como una figura en los medios un poco despreciada, en los programas de televisión, que no eran los más importantes, en una obra de teatro, presentaba libros y llenaba salas en todo el país cobrando entradas. Había algo ahí que me pareció que valía la pena explorar”.
Para Stefanoni, “Milei mete en circulación una serie de cuestiones, una tradición anarcocapitalista que no existía y que no tenía, más allá de nichos muy pequeñitos, ningún antecedente. Por un lado, expresa lo que pasa en otros países, que es que las rebeliones electorales tienden a ser más de derecha, pero a la vez él tiene esa particularidad de que el anarcocapitalismo tal como lo plantea es bastante excepcional en la extrema derecha, incluso en las redes en las que él participa”.
La casta como exterior constitutivo
A la hora de pensar las ideas libertarias y su carnadura en movimientos políticos, el doctor en Historia establece una primera diferencia fundamental entre las que surgen en Europa y en América Latina, y afirma: “Entre las extremas derechas en América Latina respecto a Europa hay una diferencia que es muy importante ya que en Europa es imposible pensar la extrema derecha sin el tema del Islam y la cuestión civilizatoria. Por fuera de esto sí circulan de manera bastante activa tropos como: “Ahora la élite es de izquierda y la derecha es la representante de la gente común.
“Luego hay una especie de neototalitarismo progre, que no se puede hablar más, no se puede compartir nada, no se puede decir nada, no se puede hacer nada”.
“Más que ideas comunes hay un clima que comparten todas estas derechas, sobre todo el rechazo a esa supuesta casta o élite progresista que actúa como una especie de exterior constitutivo” concluye Stefanoni.
Crisis de la Idea de Futuro
Otro elemento central, constitutivo para estas experiencias, y tal vez clave en su difusión es la crisis de la idea de futuro, premisa sobre la que Stefanoni planteó: “El fukuyamismo, la izquierda proyectaban cierta utopía de futuro. Puede ser una utopía de mercado, una utopía socialista, pero proyectaban el futuro. Desde 2008, progresivamente, se fue cerrando la idea de futuro como un espacio de transformación positiva del mundo, se empieza a hacer rimar el futuro con distopías diversas, cada uno puede tener la suya, hay muchas en el mercado de las distopías que favorecen a un tipo de derecha que es distinta, mucho más retro utópica, Es un mundo bastante particular, donde todos creen que pierden y nadie siente que puede cambiar nada”.
“Creo que su éxito, en parte, es que todavía no gobiernan mucho. Se acaba rápido parte de su discurso el día que gobiernan, Cuando hablo de “rebeldía de derecha” es justamente porque no son gobierno, los que ganan ya no son rebeldes”.
Como elemento adicional para la comprensión del contexto, Stefanoni destaca “la ambigüedad ideológica de este clima más o menos insurreccional que hay en Occidente, que se expresa de distintas maneras, en protestas en las calles, pero también en estas rebeliones electorales, de votar casi como para hacer saltar todo. Votamos para que salte todo, que venga uno y después que se vea”.
“Hay una especie de sentido que hace que estas derechas, de algún modo para mucha gente tengan cierta emoción insurreccional, y cierta idea de comunidad perdida, porque es verdad que los países van perdiendo identidad, y la derecha te ofrece cierta recuperación.”
“Muchas de estas derechas alternativas acusan a la izquierda de cosas que el propio capitalismo provocó. Cuando se habla de la destrucción de la familia o cosas por el estilo, son las propias dinámicas de individualización del capitalismo las que provocaron su desaparición. Hay mucha retro utopía de añorar un mundo que tampoco es reconstruible”, reflexiona.
“La gran pregunta es si hay una especie de capitalismo global un poco ya independizado, y lo que vamos a ver son insurrecciones de ira contra las élites políticas, culturales y demás, como una especie de rebeliones de la gente común, o se van a encaminar las cosas de tal manera de encontrar formas de transformación”. invita a pensar Stefanoni.
Trump, Bolsonaro, Milei
Finalmente, a la hora de caracterizar el libertarismo local que representa Milei Stefanoni expresó: “Las derechas más alternativas no gobernaron y cuando gobernaron, gobernaron como si fueran oposiciones, como Trump o Bolsonaro, que se peleaban con el Estado que gobernaban. Milei creo que entra un poco ahí, si llega a ganar va a ser posiblemente una derecha así, más caótica”.
“Bolsonaro no pudo hacer nada, degradó mucho la convivencia cívica, pero no pudo hacer ninguna reforma. Y Trump, por su parte, quizás lo más importante que hizo fue meter jueces conservadores en la Corte Suprema”.
“Lo curioso es que hoy se está hablando de que Trump puede ganar de nuevo en medio de acusaciones judiciales, de todo tipo de cosas, lo cual muestra que en el caso de Estados Unidos esa rebelión de las bases republicanas sigue muy vigente”.
“En Europa vemos que las extremas derechas tienen dificultades para ganar, porque efectivamente también hay un riesgo de pensar que las extremas derechas se comen todos los chicos crudos en todos lados. Hay muchos cortafuegos, y en realidad lo que vemos es que donde la extrema derecha logra cosas es en alianza con sectores de las derechas tradicionales, que es lo que va a pasar con Milei si gana”, concluyó el investigador.