A partir del 15 de marzo, dirigida por la Doctora Florencia Garramuño, y con la Coordinación Académica del Doctor Edgardo Dieleke y la licenciada Cynthia Edul, la Maestría propone a sus graduados desarrollar las capacidades para diseñar e implementar proyectos y políticas culturales, en sincronía con el estado contemporáneo del arte, y se diferencia de otras propuestas exclusivamente enfocadas en la gestión, por ofrecer una combinación necesaria de reflexión y teoría de la cultura y las artes para poder formar profesionales preparados, junto a una serie de prácticas y experiencias de gestión comparadas.
Para conocer algunos detalles más de esta iniciativa, que contará con un cuerpo docente de excelencia integrado por: Álvaro Fernández Bravo, Florencia Malbrán, Paula Zingoni, Paula Ramos, Rocío Boffo, Leonora Djament, Luz Horne, Lía Munilla, María Marta García Negroni, Gabirel Giorgi, Pablo Ansolabehere, Daniela Allerbon, Florencia Garramuño y Edgardo Dieleke, Palabras dialogó con Cynthia Edul, su coordinadora académica.
¿Cómo surge el proyecto de esta Maestría y qué necesidades viene a cubrir en el campo cultural de nuestro país?
La maestría surge a partir de una lectura que hicimos del campo cultural y de las ofertas que existen en ese ámbito, donde vimos que si bien Argentina se ubica en un horizonte cultural muy importante tanto en Latinoamérica y en el mundo, por la alta oferta cultural existente, también tiene dificultades importantes por tratarse de un ámbito muy poco profesionalizado.
Junto a lo anterior, el desarrollo de las disciplinas artísticas está imponiendo nuevos desafíos, configurando un terreno cada vez más interdisciplinario, que exige, por lo tanto, una mirada también interdisciplinaria hacia el objeto cultural, lo que supone una actualización de los programas y las formas de pensar la cultura y la gestión cultural.
Todos estos desafíos implican la necesidad de crear nuevas formas de abordaje, y concretamente nos daban a nosotros la pauta de que se podía hacer una propuesta distinta, que no piense la gestión solo desde el punto de vista administrativo u organizativo, que es muy importante y debe aprenderse, pero sin omitir la necesidad de tener un abordaje teórico, que nos permita pensar y desarrollar herramientas conceptuales para abordar los problemas complejos de la cultura contemporánea, por eso hablamos de Maestría en Teoría y Gestión de la Cultura.
¿Entre esos problemas está la necesidad de pensar políticas culturales a largo plazo?
Desde ya, como también pensar en ciertas tradiciones culturales argentinas a las que siempre se las termina llevando puestas la coyuntura porque terminan muy asociadas a la política, porque la profesionalización del campo implica también su autonomización.
Si uno va hacia adentro de las disciplinas se va a encontrar con mucha profesionalización, el problema es cómo se articula eso con las instituciones, con los programas, etc. y es allí donde claramente hay todo un trabajo por hacer.
Y en función de estos desafíos ¿cómo estructuraron el programa?
Concretamente estructuramos el programa intentando responder a las necesidades que venimos planteando, y buscando siempre a los mejores exponentes de cada área.
Solo como ejemplos: Planteamos gestión pública – gestión privada, y llamamos a Paula Zingoni y Paula Ramos, dos profesoras extraordinarias, con una trayectoria de gestión muy grande y una inmensa capacidad de articularla teórica y conceptualmente, que nos propusieron no pensar los ejes por separado, por el tránsito constante que se da entre ambos. Pensamos teoría cultural, en la necesidad de abordar las problemáticas de los estudios culturales, porque un gestor no puede desconocer ni estar afuera de las discusiones que están en el campo de los estudios culturales actualmente, como migraciones, género, etc. y convocamos a Álvaro Fernández Bravo ; o nos preguntamos qué está pasando con las disciplinas, con las formas estéticas contemporáneas, y allí con Florencia Garramuño desarrollamos un programa muy actualizado, para pensar este movimiento hacia lo indiferenciado, la interdisciplinariedad, etc.
También entiendo que el programa supone una fuerte por la práctica
Desde ya, por eso en la mayor parte de las materias incorporamos lo que denominamos experiencias situadas, que implican conocer los proyectos culturales desde adentro, ir a los lugares, y poder entrevistar a los curadores, programadores, etc. Por ejemplo, en la materia Emergentes e independientes. Experiencias culturales argentinas contemporáneas, que dictaré con Edgardo Dieleke, tendremos la posibilidad de ir al taller de Fernanda Laguna en Villa Fiorito, o conocer proyectos como el Galpón Piedra Buena Arte, visitar galerías, colecciones privadas, instituciones culturales emblemáticas, etc.
Antes hablabas de la necesidad de autonomizar las políticas culturales para pensarlas a largo plazo ¿crees que la clase dirigente argentina está preparada para eso?
Creo que lo que mueve a la clase dirigente es el campo cultural, cuando el campo cultural empuja, la clase dirigente se mueve. Por ejemplo, yo entiendo que muchos de los cargos del área deberían ser concursados, algo que hoy parece un imposible, pero que estoy segura a medida que se profesionalice el campo va a instalarse indefectiblemente.
La Maestría en Teoría y Gestión de la Cultura se dictará en el Espacio Cultural San Andrés (ECSA), Perú 352, los días viernes de 18 a 21hs y sábados de 10 a 13hs. Comienzo: 15 de Marzo de 2019. Cierre de postulaciones para inscripción: 8 de marzo de 2019. Más información: cultura@udesa.edu.ar