Despedir el año que se va y dar la bienvenida al que comienza, se celebra en todo el mundo revelando algunos de los aspectos más arraigados de cada cultura.
Cuando el reloj está a punto de dar la medianoche en diferentes partes del planeta, las tradiciones cobran vida esperando lo mejor para el año que está por comenzar. Tradiciones de toda índole se manifiestan con el profundo deseo por dejar atrás los aspectos negativos, que serán parte del pasado, y la búsqueda de la felicidad futura.
Algunas de estas tradiciones nos pueden resultar lo suficientemente extrañas para llamar nuestra atención, e interesantes para desea conocer más sobre estas culturas y creencias. Lo común en todas ellas es el interés que nos despierta todo nuevo comienzo, involucrando la esperanza de encontrar la felicidad, el amor, mayor suerte o prosperidad.
Hoy te proponemos un viaje a diferentes celebraciones de Año Nuevo, solo una muestra de las tantas que podemos encontrar alrededor el mundo.
Brasil y las ofrendas a la Diosa del Mar
En Brasil la gente se viste de blanco en símbolo de paz y renovación, y para dar la bienvenida al nuevo año ahuyentando a los malos espíritus. Parte del ritual consiste en arrojar flores blancas a las olas del mar como ofrenda a la diosa del mar, Iemanjá. Miles de brasileños se suman a esta tradición esperando que ella cumpla con los deseos para el próximo año. También se incluyen otras ofrendas relacionadas a objetos femeninos como perfumes, joyas, peines o lápiz de labios, que generalmente son enviados a la mar sobre pequeñas barcas de madera. Esta costumbre proviene de la religión afrobrasileña llamada Candomblé, traída a la región de Bahía por los antiguos esclavos africanos.
Todo sucede cuando el reloj marca la medianoche y la gente se dirige hacia al mar. Ingresan al agua vestidos de blanco y comienzan a saltar sobre siete olas, que representan los siete días de la semana y en cada salto piden un deseo para el año que comienza.
España y la capacidad para comer las 12 uvas a la medianoche
La tradición indica que hay que comer una uva con cada campanada del reloj de las 12, para asegurar la felicidad los doce meses del año entrante.
Los orígenes de esta tradición española se remontan al año 1909, cuando hubo una gran vendimia en la región de Alicante y el Rey decidió ofrecer al pueblo el excedente para que lo consuma durante la última noche del año. Ahora, se cree que quien pueda comer todas las uvas antes que terminen las doce campanadas será recompensado con suerte y felicidad el próximo año.
Escocia y el primer invitado en llegar a casa
Los escoceses conservan la tradición del “First-Footing” (primer paso), por la cual la primera persona que cruza en el año el umbral de una casa le trae buena suerte.
Este «método» para asegurarse un buen comienzo de año también requiere de cierta estrategia, ya que los hombres altos y de piel morena son considerados los que más fortuna traen; mientras que los hombres y mujeres pelirrojos o rubios son de menos suerte. El presagio de algo desafortunado de estos últimos está relacionado con el recuerdo de las invasiones vikingas de los siglos VIII y IX.
Como aditivo, la suerte llegará con mayor fuerza si quien pone los primeros pies en la casa lleva consigo un whisky, galletas o monedas de plata de regalo para los dueños.
Ecuador despide lo malo quemando una efigie
En víspera de año nuevo, cada 31 de diciembre, la tradición reúne a las familias fuera de las casas para la quema de un muñeco, una efigie, similar a un espantapájaros. La razón es dejar atrás todo lo que simbolice la frustración, los enojos, y todo lo malo del año que se está terminando, destruyendo consigo las malas energías de los últimos 12 meses.
Para dar la bienvenida a un mundo de nuevas posibilidades, primero las familias construyen su propio muñeco, que es rellenado con diarios viejos, aserrín y algunos objetos o fotos que pueden representar todo lo malo y lo que se quiere dejar atrás. A la efigie también se le puede dar el rostro de una figura política a la que a la gente le gustaría ver menos en el próximo año. Por supuesto, en los últimos momentos del año, se prende fuego!
Dinamarca y los platos rotos
Los daneses acostumbraban arrojar viejos platos y piezas de vajilla en la puerta de las casas de sus amigos más cercanos.
Durante el año, cualquier taza, plato o restos de vajillas que se haya marcado o roto, se conserva para ser usada el primer día del año en esta tradición. Cuantos más platos rotos se encuentren en el umbral de la puerta al final de la noche, significará que más personas te consideran entre sus amigos más importantes y más suerte tendrás en el año que comienza.
Hoy en día no es una tradición que se perdió en las grandes ciudades, pero está bien visto quien la lleve a cabo.
Irlanda y el muérdago debajo de la almohada
En Irlanda, el comienzo del año es el momento oportuno para revalidar las esperanzas de encontrar un nuevo amor. Con este objetivo, quienes están solos en búsqueda de su media naranja, deben colocar debajo de la su almohada, antes de acostarse la noche de fin de año, unas hojas de muérdago, acebo o hiedra. Esta tradición llama a la suerte para encontrar el verdadero amor el año entrante.
Una adaptación de esta costumbre irlandesa derivó en la costumbre en los Estados Unidos de besar a alguien debajo del muérdago para sellar un compromiso romántico.
Italia tira la casa por la ventana
Dejar atrás lo malo y lo pasado se representa en Italia arrojando (o abandonando) algunas viejas posesiones. Es una vieja tradición italiana que incentiva a tirar por las ventanas platos, objetos viejos y algunos artículos en desuso. Sacar a la calle o tirarlo es una forma de aceptar el año nuevo con todo lo que traerá y dejar atrás el pasado.
En Nápoles ha tenido gran arraigo, con mucha gente arrojando desde sus balcones artículos que van desde tostadoras viejas hasta tazas o vajilla. En otras ciudades, y con bastante cuidado es usual que la gente tire artículos pequeños, que no causen daño al caer, ropa o muñecos. Todo ayuda a ahuyentar los malos augurios y comenzar el año desde cero.
Chile y la celebración en un cementerio
Una de las tradiciones más curiosas para esta época del año es la de pasar las fiestas con los familiares fallecidos en el cementerio. Esto comenzó hace unas décadas cuando una familia en el pequeño pueblo de Talca, saltó la cerca del cementerio para pasar el Año Nuevo junto a la tumba de su padre. Ahora, más de 5.000 personas se dirigen al cementerio local cada año, en un ambiente recreado con luces tenues y música clásica, donde creen que les esperan sus familiares fallecidos.
Esta costumbre no apela tanto a la suerte para el nuevo año, sino a la oportunidad de que cada familia pueda reencontrarse con sus seres queridos perdidos. Una manera diferente de incluirlos en las festividades.
Filipinas todo sale redondo
En Filipinas todo los objetos o formas redondas auguran la mayor fortuna para el año nuevo. La «redondez» simboliza a la prosperidad y por esta razón todo gira en torno a esta forma. Las personas entonces suelen vestirse con ropa con lunares o llenan sus bolsillos para darle volumen.
Creen que quienes se adhieren a estas tradiciones tendrán asegurado un año repleto de fortuna. De esta manera todo lo redondo se convierte en furor. Inclusive se consumen muchas frutas redondas como manzanas, peras asiáticas y duraznos para atraer a la abundancia; o galletas o pasteles, por supuesto, todos circulares.
Alemania y sus inexplicables tradiciones
Desde el año 1972, los alemanes se reúnen cada año en familia para ver un programa de televisión, una comedia británica, llamada «Dinner for One« en la víspera de Año Nuevo. En este show, una inglesa, la señorita Sophie, celebra su cumpleaños reuniendo en una cena a todos sus amigos, y en esa ocasión la encuentra a los 90 años de edad habiendo sobrevivido a todos ellos. El eslogan del programa es algo así como «¡De la misma forma que todos los años!» aludiendo a las reiteradas tradiciones de esa noche que ella junto con su mayordomo James disfrutan mientras beben en cantidad y bromear durante toda la noche.
Nadie sabe cómo se convirtió esto en una costumbre, pero lo cierto es que el programa se transmite en muchos de los canales y su slogan se transformó en un clásico de la última noche del año.
Más tarde, durante la cena, el plato tradicional para comer es la carpa, la Silvesterkarpfen («Carpa de Año Nuevo»). Es considerado el alimento de la suerte en Alemania, y se cree que mantener una réplica del pez en la billetera o en la casa traerá riquezas para todo el año.
Bielorrusia, entre gallos y amores
Otra de las tradiciones que involucran al romance y al amor. Cada fin de año en Bielorrusia, las mujeres consultan a un gallo sobre las posibilidades de contraer matrimonio en el año entrante.
Este juego consiste en colocar un puñado de maíz frente a cada una de las mujeres solteras y luego se suelta a un gallo. En el orden en que el gallo coma de cada pila de maíz frente a las mujeres, indicará el orden en que ellas encontrarán con quien casarse.
Japón, pintando los ojos de una muñeca
En Japón, un daruma es un talismán de buena suerte destinado a alentar a las personas a lograr sus objetivos. Tradicionalmente se compra un nuevo daruma con los ojos en blanco y se pinta el ojo izquierdo al pedir un deseo. Cuando el desea se cumpla en el transcurso del año, el será el momento de pintar el ojo derecho. Al final de cada año, estos muñecos se llevan a un templo donde serán quemados para simbolizar el avance del año que termina, y comienza un nuevo ciclo con un nuevo talismán.
Nigeria y las plegarias
Nigeria es un país diverso donde habitan personas de diferentes grupos étnicos y religiones. Sin embargo, en la víspera de Año Nuevo, sean cuales sean sus creencias, los nigerianos se reúnen en sus iglesias, templos o mezquitas con el fin de renunciar a las malas acciones de los últimos doce meses y ofrecer oraciones por el año nuevo. Muchas personas también viajan de regreso a sus pueblos desde las ciudades donde trabajan o incluso desde otros países, para volver a casa para las festividades de Año Nuevo.
Armenia, repleta de tradiciones
Después de celebrar y desearse los mejores augurios entre los familiares más íntimos, los armenios comienzan a visitar a sus vecinos, familiares y amigos, a partir de la medianoche del 31 de diciembre.
Esta tradición proviene desde hace muchos siglos, cuando los jóvenes iban de puerta en puerta sujetando una vela con la finalidad de iluminar a todas las familias mientras recolectaban y distribuían frutas frescas y secas. Esta costumbre se mantiene con algunos cambios y ahora se suele regalar alguna bebida, dulces o bombones, y hasta algunos juguetes para los más pequeños.
La idea principal es logra durante estos días, dejar todos los pensamientos negativos, ofensas y enojos atrás, y lograr perdonar todo antes de comenzar el nuevo año.
Al igual que en Escocia, se considera que la primera persona que entre en la casa (el «mekvle«) traerá buena suerte. Por lo general se trata de un amigo cercano o pariente, y como señal de prosperidad y fertilidad traerá dulces.