La sala del mítico teatro de Villa Crespo, El Excéntrico de la 18, se transforma cada sábado en una casa familiar habitada por dos hermanos adultos: Antonio y Martita.
Es el cumpleaños de Martita, que no festeja su nacimiento desde la muerta de su madre, hace muchísimos años. El living de la casa, que se arma de manera realista y natural gracias a la ajustada escenografía que otorga esta pequeña sala, está decorado especialmente para la ocasión; hay guirnaldas, globos y música. Este será un día especial, ya que Martita invitó por primera vez a sus compañeros de trabajo. Laura María, una de sus compañeras, será la primera en llegar.
La obra abre con una escena deliciosa e inolvidable, donde se hace imposible retener la carcajada. El comienzo, como en las buenas películas o novelas, es un augurio de lo que vendrá, y en este caso no falla. El nombre de la obra hace alusión a Casa Mitre, la zapatería que se encuentra en el frente de la casa de los hermanos, y que fue el negocio familiar durante años, hasta que la libre importación durante los años noventa terminó de fundirla. Esta herencia familiar es de suma importancia para los dos hermanos, que recuerdan con un dejo de nostalgia tiempos mejores. Además, da la sensación de que sus vidas se hubieran detenido desde entonces, como si avanzar se hubiera hecho imposible. Por eso a veces el comportamiento y el vínculo entre los hermanos parece algo infantil o caprichoso, y por ello extrañado.
Situada a comienzos de los años 90, en una Argentina “menemista”, la dramaturgia hace uso de esos años para traer a escena referencias de la política y la economía que sin dudas dejaron una gran marca en la sociedad. Con el beneficio de conocer el futuro y las consecuencias que trajeron las decisiones económicas de aquellos años, entre ellas las privatizaciones de las empresas, los comentarios de los personajes tiene ese dejo de ironía y comicidad, con los que es inevitable no identificarse. Una obra de un humor ácido y escueto, y de una dramaturgia impecable de Gómez Giusto, que no para de crecer a medida que transcurre la historia.
Las actuaciones de Guillermo Rovira (Antonio), Nieves Gonzales (Martita) y Graciela Muñiz (Laura María) son sobresalientes, y componen con la dulzura y la acidez suficiente estos personajes entrañables. La magia la hacen ellos en esta obra inolvidable, una pequeña joya escondida en la cartelera porteña, que vale la pena ver.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dirección: Dana Basso
Dramaturgia: Silvia Gómez Giusto
Actúan: Nieves Gonzalez, Graciela Muñiz, Guillermo Rovira
Escenografía:Jose Escobar
Diseño de luces: Iván Nirich
Fotografía: Damián Pantaleone, Eliana Saihueque
Diseño gráfico: Carlos Falco
Asistencia de dirección: Carmen Vayo
Arreglos musicales: Mauro Saini, Axel Stahler
Producción ejecutiva: Verónica Murta
Coreografía: Manuco Firmani
Duración: 65 minutos
Teatro: “El excéntrico de la 18”, Lerma 420, Villa Crespo, CABA.
Funciones: Sábados 19.30 hs
Entradas: https://www.alternativateatral.com/obra80362-casa-mitre