Clubes, estadios, calles de barrio, paseos al aire libre, o las plazas centrales de cada pueblo. Con diversas convocatorias, shows y propuestas, el Rey Momo se apoderó este fin de semana de la agenda de entretenimiento de los argentinos.
Así, al ritmo de bombos y platillos, con secciones de vientos o sin ellas, pero con mucha lentejuela y pasión, murgas y comparsas de distintas escalas y estilos, fueron protagonistas de las noches centrales del carnaval 2017, que se cerrarán este lunes 27 y martes 28 de febrero con grandes festejos en todo el país.
Y aunque, seguramente, todos tenemos nuestros corso preferido, por el nivel de convocatoria, la historia que representan, y los espectáculos que propusieron los Carnavales de Vicente López, en el norte del conurbano bonaerense, y de la ciudad de Lincoln, también en esa provincia, pero 350 km al noroeste, constituyen dos imperdibles para los amantes de esta fiesta popular, y una atractiva invitación para culminar estos días no laborables bailando en familia espuma en mano.
Vicente Lopez
Este domingo 26, más de 30 mil personas se acercaron al paseo de la costa de Vicente López para vivir una fiesta imperdible, que contó con la participación de una decena de murgas, a las que se sumaron como pasistas, y banderilleros diferentes figuras populares de la televisión, y que coronó el grupo Miranda, con lo mejor del pop nacional.
Para el lunes 27, en tanto, la propuesta contempla un cierre especial, donde, además del tradicional desfile se podrá disfrutar, siempre con entrada libre y gratuita, en el tradicional corsódromo de Laprida y el Río, del recital del grupo Marama, que promete ritmo y diversión para despedir a Momo bailando junto al río.
Lincoln
Considerado entre los tres mejores carnavales de la Argentina, la propuesta de este pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires se caracteriza por ofrecer un desfile en honor a Momo absolutamente particular.
Increíbles muñecos gigantes de cartapesta, monumentales carrozas, máscaras, y atracciones mecánicas, como la troupe de los autos locos, son los protagonistas de un festejo diferente, que involucra y es el orgullo de todos los linqueños.
Obviamente, tampoco faltan aquí escuelas de samba, paseos y batucadas, que le suman brillo y calor al espectáculo, completando la marca identitaria de una celebración imperdible, cuyos orígenes se remontan al año 30 del siglo XX.
Y es que si bien hay registros de festejos anteriores a esa fecha, fue en el año 1928, cuando Enrique Urcola, un estudiante de Bellas Artes y escenógrafo del Teatro Colón, oriundo de Lincoln, regresó a su ciudad natal, y le dio vida a «Peliculeros», su primera carroza en cartapesta con personajes en movimiento.
Urcola, que había aprendido esa técnica constructiva que supone la superposición de capas de papel trozado pegadas con engrudo cocido de artesanos italianos en el Colón, no solo la lleva a Lincoln, sino que la difunde, transformándola en la materia prima de su carnaval.
A partir de allí, y en base a la enseñanza de esa técnica constructiva, mediante el dictado de cursos gratuitos y sistemáticos, que se prolongaron desde ese año y hasta fines de la década del 70, los artesanos de Lincoln no dejaron de multiplicarse, sumando cada vez más creatividad y complejidad a la propuesta.
Así, este año, la fiesta Nacional del Carnaval Artesanal, que comenzó el 11 de febrero, reunió cada noche, a lo largo de las 7 cuadras de la Avenida Massey, a miles de personas, que disfrutaron de las divertidas historias representadas por «los cabezudos», generalmente desfilando en grupo de a tres, de las majestuosas carrozas, y de las ingeniosas máscaras, además de los recitales que ofrecieron importantes figuras y grupos musicales como la Vela Puerca, Banda XXI, Los Tekis, o Los Auténticos Decadentes, entre otros.
Para final de fiesta, el martes 28, el tradicional escenario Héctor Serazzi, recibirá a la estrella adolescente Karol Sevilla, de la serie Soy Luna, seguida de Natalia Oreiro, con un especial tributo a Gilda, que coronará el imperdible carnaval linqueño, que este 2017 volvió a consagrarse como una de las celebraciones populares más concurridas de la provincia.