Carlos Campolongo es abogado, licenciado en psicología, y uno de los decanos del periodismo nacional. Con una trayectoria de más de 40 años durante la que se ha desempeñado tanto en medios gráficos, radiales y televisivos, también se ha desarrollado en ámbitos académicos como titular de cátedra en las carreras de Comunicación y Periodismo en la Universidad de Buenos Aires, Lomas de Zamora y director de la carrera en la Universidad Kennedy.
Diariamente participa del programa Intratables, que se emite por el Canal América y recientemente ha lanzado Indignados. La Argentina de todos contra todos (Ediciones B) una obra donde busca las raíces históricas, políticas, sociológicas y mediáticas de este fenómeno.
Para conocer detalles sobre la obra Palabras dialogó con Campolongo en una charla donde el autor nos brinda algunas claves para comenzar a reflexionar en torno a ciertas preguntas que todos solemos hacernos: ¿Qué nos pasó? ¿cómo hemos llegado a esto?
¿Por qué los indignados?
La obra surgió a partir de la convocatoria de la directora general de Ediciones B, Silvia Itkim, quien luego de una serie de conversaciones un día me dijo: vos tenés que escribir un libro, y se va a llamar Indignados. La Argentina de todos contra todos. Es decir, lo que está hoy en la tapa fue una idea propuesta por ella.
Yo inicialmente tenía dudas porque el término indignados adquirió estatuto periodístico a partir del fenómeno español, que luego se transformó en Podemos, y no era mi objetivo analizar ese fenómeno singular, sino aquel más general, que se dio y se da en un montón de lugares más.
Entonces, decidí examinar profundamente el problema, y finalmente accedí porque entendí que me daba la posibilidad de trabajar haciendo converger mi formación profesional como psicólogo -ya que si bien no ejerzo me interesa mucho examinar los fenómenos psicosociales- junto con mi experiencia, y una visión política del momento.
Cabe aclarar en este punto que el libro no es un libro académico, ni un libro de historia, es un ensayo sobre la actualidad y sobre el pasado de nuestro país; un conjunto de acuarelas donde voy y vengo, con conceptos, ideas y también experiencias periodísticas y políticas.
¿Y desde esa perspectiva cómo organizaste el trabajo?
El libro parte de preguntarse y preguntar ¿qué es el indignado? ¿qué es esa persona que se manifiesta individualmente, en grupo, o en grandes conjuntos de distinto tamaño, en torno a un arco de reivindicaciones heterogéneas, desde las salariales, los planes sociales, la corrupción, la justicia, etc.?
Analizo el fenómeno, y lo vinculo con tres ejes que entiendo sustentan esta indignación generalizada: los medios de comunicación y la indignación, donde me meto en diálogo con conceptos como la democracia de las emociones y la posverdad, que considero un eufemismo para decir mentira, pero fue uno de los términos más buscados en el diccionario de Oxford durante 2015.
Luego trabajo sobre los indignados y los fracasos económicos, donde abordo las caídas económico sociales de nuestro país, que parecen ser cíclicas cada 8 o 10 años, y parto de lo trágica que fue la separación de la economía de la política, y la consiguiente autonomía que adquirió cada una de las esferas, analizando también las consecuencias de este fenómeno.
Finalmente, el tercer eje es la política, el problema político, la corrupción, los financiamientos, las debilidades y problemas de la representación política, poniendo en juego la premisa o tesis central del libro, que es la deserción de las elites dirigentes en la Argentina, las político-partidarias, las sindicales, las empresarias, y hasta las deportivas.
Y es que el libro intenta ser un aporte al pensamiento político, que creo que está muy desbaratado en estos tiempos regidos por la hipervisibilidad, que implica procesos intelectivos muy diferentes a aquellos que suponen entender los procesos, las caídas o las frustraciones. En ese sentido creo que indignados es una categoría psicoemocional y política, que nos permite dar cuenta de la conflictividad actual.
¿Antes hablabas de la deserción de las elites dirigentes, son los indignados la contracara de ese fenómeno? ¿Y qué potencialidad de cambio tiene el indignado como actor social?
Creo que la indignación es resultado de la frustración, que genera efectos emocionales muy fuertes, y que la política, la mediación política, debería tener en cuenta que aquellos que incitan emociones deben también saber apaciguarlas. Por otra parte, pienso que en sí misma, si no logra una canalización en la acción y las ideas, la indignación solo termina por ser una suerte de catarsis.
¿Cuál es la relación entre los indignados y la “grieta?
Particularmente creo que la grieta como enunciación de discurso es bastante superficial, y que en todo caso no tenemos una, sino muchas grietas a lo largo de la historia, y también en el tiempo presente, donde no está solo la grieta de la discusión política, sino también la brecha social que implica tener un tercio de nuestros compatriotas en la pobreza.
En ese sentido, en cada uno de los capítulos intento generar una apertura de senderos, y aledaño al tema de las elites, por ejemplo, abordo el intento de borramiento de la Historia, no de la memoria colectiva, sino de la Historia. Creo que comprender los procesos históricos, sin meterlos en un dogma, sino analizando cómo se van dando, y estableciendo relaciones de causas y consecuencias es algo muy necesario para abordar una pregunta que todos solemos hacernos: ¿Qué nos pasó?, ¿cómo hemos llegado a esto? La obra intenta ser un aporte para pensarlo, y desde allí evito hablar de dicotomías como lo nuevo y lo viejo, y tantas otras, que entiendo son aberraciones comunicacionales, porque en la realidad de la vida, y de la vida política, siempre se dan hibridaciones.
Indignados de Carlos Campolongo
Sinopsis:
En el año 2011, la revista Time puso en tapa al personaje del año: protester. Lo que en buen criollo significa manifestante. Ese manifestante, dice entre otras cosas Carlos Campolongo en este libro, tiene el rostro del indignado. Un indignado de cualquier procedencia. ¿Cómo nace la indignación en los albores del siglo XXI? ¿Influye para que las cosas cambien? ¿Somos capaces de indignarnos por lo que les sucede a otros?
Los grupos cambian y sus motivos también. Una vez son ¿caceroleros¿; otras, ¿destituyentes¿. Pueden representar lo ¿nacional y popular¿ y ser acusados por otros indignados de corruptos? ¿Dónde están los santos? ¿Es el clamor de la indignación el único cruce de la lucha política y social?
Campolongo busca las raíces históricas, políticas, sociológicas y mediáticas de estos movimientos heterogéneos, donde hay militancia y también no la hay, donde hay ideas o simplemente ruido. Los indignados y la grieta van de la mano en tiempos donde los rituales de competencia, lucha y enfrentamiento se han vuelto un buen recurso para atraer audiencias, más que para analizar programas de gobierno, discutir políticas públicas, superar inequidades.
Indignados. La Argentina de todos contra todos es un libro imprescindible para desarmar ese sentido común de brutal vigencia donde todo parece confirmar lo que todos quieren escuchar de un lado y de otro de la grieta, sin puentes, sin diálogo, sin intercambio de ideas.
Campolongo propone explorar, entonces, estos sentidos cerrados para dar cuenta de la complejidad de la indignación. Para lograrlo usa sus mejores herramientas: conocimiento de la historia, información y su valiosa propia experiencia como periodista y protagonista de estos tiempos.