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Adrián Lakerman: “El humor sirve para comunicarse con otras personas”

“A mí lo que más me afecta es cuando vos provocás y se nota mucho el hilo. Ahí están los límites del humor si se quiere. Los límites están en cómo se hace lo que tenés para hacer. Los temas que se toquen son temas que tienen que ser tocados si alguien los quiere hacer. […]

A mí lo que más me afecta es cuando vos provocás y se nota mucho el hilo. Ahí están los límites del humor si se quiere. Los límites están en cómo se hace lo que tenés para hacer. Los temas que se toquen son temas que tienen que ser tocados si alguien los quiere hacer. ¿Por qué no? ¿Qué sería lo que impediría que uno hable de lo que tenga para hablar? Sobre todo, teniendo en cuenta de que siempre de lo que hablemos, siempre va a haber una herida ahí porque hablamos de las heridas también cuando hacemos humor (…)  Todo lo que nosotros hacemos, la mayoría de los personajes tiene atrás algo que puede ser claramente convertido en tragedia”

Diego Capusotto

“Si necesitás más o mejores respuestas podemos conseguir a otra persona que las responda por mí, mejor, conseguimos a Saborido, yo lo llamo y que responda sobre mi podcast”, dice tentado Adrián Lakerman en un audio de WhatsApp. Para este guionista, el humor es vital. Y fue un poco eso y otro poco, su curiosidad lo que lo llevó a crear Comedia, un podcast donde conversa con comediantes sobre el trabajo de hacer reír a otros. Desde su lanzamiento en 2019, tuvo más de 900 mil reproducciones convirtiéndose en todo un fenómeno en el rubro. En los casi 40 minutos que dura cada episodio, fluye una conversación entre conductor y entrevistado donde (con algunos chistes de por medio) dan cuenta que la comedia también es cosa seria.

Palabras conversó con Adrián Lakerman sobre el fenómeno de Comedia y su visión sobre el humor argentino.

¿Cómo surge Comedia? 

Surge en un momento mío de necesidad de buscar bibliografía sobre el humor argentino. Empecé a investigar y no encontraba o lo que encontraba no me bastaba. No hay tanto escrito. En paralelo, me encuentro con el formato podcast, que empecé a disfrutar como oyente. El podcast te permite abordar una cuestión temática. Así que se dieron las dos cosas juntas: humor y podcast. El otro día hablando con el guionista Pedro Saborido analizaba por qué me metí a hacer un podcast si yo me dedico a hacer guiones y pensaba que también tiene que ver con el miedo, el miedo a mostrar las propias cosas, a exponerse uno como humorista. Hacer preguntas a otros y ver cómo laburan otros forma parte de enriquecer mi trabajo, mi vida, expone más a los demás y yo estoy en un lugar más relegado lo cual es más cómodo y más simple. Así que es un poco por curiosidad porque me encontré con el formato y un poco por miedo.

¿Qué comediantes/humoristas te influyeron?

Mi bagaje humorístico de toda mi vida es muy ecléctico, muy variado. Desde chico, me fascinaban las películas de Olmedo y Porcel. Esperaba los viernes para ver Cine Shampoo, las vi todas, miles de veces. A la vez, vengo de una familia de clase media progresista. Mis padres me llevaban a ver a Pinti y a Les Luthiers. En mi adolescencia fue muy fuerte la época del canal Sony. Vi Seinfeld, La Niñera, Mad About You, News Radio. Todo lo que es consumir sitcom norteamericana, algo que sigo haciendo hasta hoy en día y me vuelve loco. Veía Taxi, Frasier, Murphy Brown. Son esas mis influencias.

¿Cómo describirías la etapa actual del humor en nuestro país? 

Está en un momento de transición muy fuerte por tres vertientes que son para mí bastante claras. En primera medida, los cambios de consumo de formatos donde las personas ya no esperan a las 22 la llegada de Marcelo Tinelli a la tele para ver su programa de humor. Consumen de otras maneras, donde cada uno puede consumir lo que quiere, a través de las plataformas, a través de las redes sociales, de Netflix, de YouTube, Instagram o Tik Tok. Eso ha cambiado completamente el paradigma y cada uno tiene su nicho humorístico y eso ha cambiado también la forma de hacer el humor. Es la forma de consumirlo. Otra es la crisis económica que hace que no existan producciones de humor fuertes con gasto de dinero, de actuaciones y eso hace que el humor también esté golpeado en algún punto al no haber nadie que apueste a eso. Y después, lo más importante, son los cambios de paradigmas culturales, hijos de la revolución de las mujeres, de la lucha que han logrado, que ha hecho que la forma de hacer humor que se venía haciendo (machista, discriminadora, xenofóbica, racista) ya se está dejando de hacer o se hace, pero no se deja pasar tan libremente. La forma de hacer humor cambió. Estas tres cuestiones (lo económico, lo cultural/social/político y las formas de consumo) han hecho que esta sea una época de transición y a la vez los/las que logran hacer cuestiones humorísticas buenas en este contexto son muy buenas porque tienen que sortear muchos obstáculos, los que lo logran lo hacen con creces y mucho talento.

¿Qué crees que te aportó conversar con comediantes/humoristas/guionistas? 

Me sentí como acompañado en algunos momentos donde saber que algunos conflictos en los que uno se encuentra al elaborar cuestiones humorísticas son parecidos, los problemas con los que nos enfrentamos. En las primeras temporadas, hablaba mucho sobre el remate en el humor, cosa que a mí me generaba mucho conflicto como guionista: si era tan necesario usarlo, si no lo usaba qué ponía a cambio. Algunos son defensores del remate, otros no les importa. Hay algo de eso que uno no está solo en esa tarea de escribir cosas humorísticas y después lo que más me aportó creo yo es el aprendizaje sobre la conversación, sobre escuchar al otro, charlar, sobre qué es lo interesante para el que escucha una charla y cómo una charla, una conversación también es una suerte de cuento, guión de historia que se cuenta. Para eso tiene que tener cierto recorrido, cierto comienzo, cierto final. No siempre sale como uno plantea. La edición te permite acomodar algunas fichas para que parezca un cuentito. Las preguntas que yo tenía planteadas no las diga en orden, sino que voy intentando concatenar una tras otra y que se vayan relacionando y que parezca y que tenga una estructura de actos como si fuese una historia, como si fuese un guion.

Vamos a terminar con la misma pregunta que termina el podcast. ¿Para qué sirve el humor?

Solamente sé comunicarme con humor o es la forma que yo encuentro para comunicarme, con mis hijas, mi familia, mis afectos. Hasta con las personas que no conozco necesito comunicarme a través del humor. Es la forma en la que yo más cómodo me siento y es la forma con la que yo creo que es la que mejor se puede llevar esta vida horrenda, llena de muerte y horror en la que vivimos. El humor sirve para las relaciones interpersonales, para conocer otras personas, para comunicarse con otras personas. El actor Hugo Arana dice en el podcast cuando le pregunto cosas así que cuando uno está con un amigo y quiere decirle que vino mal vestido uno no va a decirle de una que está mal vestido porque no lo quiere herir entonces uno empieza con chistes. Si el tipo está de amarillo y negro decís: “Epa, ahí vino un taxi”. Entonces con chistes uno puede lubricar los engranajes duros que tiene la vida porque de eso se trata. El humor existe porque existe el horror de la vida, lo oscuro, la muerte y todo eso.

 

Comedia se puede escuchar en:
Spotify https://open.spotify.com/show/0Ak32ax3yFOH7bpBPHPQ6s
You Tube https://www.youtube.com/channel/UCBWnqXrFtr9zhRSJniIJ_SA/featured
Apple https://podcasts.apple.com/ar/podcast/comedia/id1460037023?l=en