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A veinte años de Pizza, Birra, Faso, la película que renovó el cine argentino

El 15 de enero de 1998, exactamente hace 20 años, se estrenó en las salas de todo el país Pizza Birra, Faso, aquella mítica película dirigida por Bruno Stagnaro y Adrián Caetano, que renovó la filmografía nacional, marcando el punto de partida del nuevo cine argentino. Estrenada mundialmente en la edición del año 1997 del Festival Internacional […]

El 15 de enero de 1998, exactamente hace 20 años, se estrenó en las salas de todo el país Pizza Birra, Faso, aquella mítica película dirigida por Bruno Stagnaro y Adrián Caetano, que renovó la filmografía nacional, marcando el punto de partida del nuevo cine argentino.

Estrenada mundialmente en la edición del año 1997 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la ópera prima de Stagnaro y Caetano llamó inmediatamente la atención de la crítica, pero también del público, que la acompañó desde las salas, festejando una fórmula cinematográfica que rompía con cierta impostura clásica del cine local.

Sin un elenco de renombre, ni directores multipremiados, y con magros recursos de producción, la historia del Cordobés, Pablo, Sandra, Frula y Megabón renovó la forma de contar historias sintonizando, desde el vamos, con las nuevas formas de escucharlas, y abrió intempestivamente la puerta para una nueva generación de cineastas.

“El proceso de escritura del guion para Pizza, Birra, Faso comenzó en un viaje al Chaco, donde yo estaba haciendo un documental sobre el Chagas, en que un tipo me cuenta la anécdota de cómo le habían robado en Capital, camino a Aeroparque. En la situación de robo que relataba, con diálogos y todo, unos chicos entraban al taxi y lo agarraban. Yo en ese momento estaba con un grabadorcito y lo registré, y toda la primera parte de la película es exactamente eso, contó Bruno Stagnaro, en una entrevista realizada por Matías Carnevale para la revista Leedor.com.

“Partimos de esa situación, que nos pareció novedosa para lo que era la narrativa en ese momento, y decidimos desarrollar el punto de vista de los ladrones como si fuese un trabajo, obviamente uno particular porque implicaba esa situación injusta de violencia para un tercero. Pero en relación al análisis sociológico, si soy sincero, en el inicio no nos preocupaba para nada, queríamos hacer una película, y teníamos esa historia inicial, la historia de estos chicos.

Después empatizamos con ellos, esa fue una decisión política, tal vez la única que tomamos, y nos dedicamos a desarrollar los personajes intentando que fueran lo más humanos que podíamos construir, personajes con claroscuros, para que no fuera una lectura paternalista de la pobreza, pero tampoco una lectura descarnada, donde los personajes son malísimos”, explicaba el director de Okupas, y Un gallo para Esculapio.

“Esto lo filmamos en junio-julio del ’96, con excepción de la escena del obelisco, y uno no es que está parado mirando el momento histórico, estás como parado viendo lo que tenés alrededor. Y en ese entonces, un poco por nuestra edad y también por cierto espíritu callejero que teníamos en ese momento en particular, y también por tener mucho tiempo disponible, estábamos mucho en la calle. Creo que de alguna manera eso se impregnaba en lo que hicimos. En ese momento hacer una escena sobre una cola de desocupados era una posibilidad; no es que estábamos queriendo denunciar eso, era uno de los escenarios posibles. Son cosas que las ves en perspectiva y te dan como signos históricos, y son hechos cotidianos”.

Para recordarla, o verla por primera vez Pizza, Birra, Faso se puede disfrutar por streaming en CINE.AR Play, la plataforma de video a demanda desarrollada por el INCAA y ARSAT.

FICHA TÉCNICA: PIZZA, BIRRA, FASO (1997). Drama. Película

DIRECTOR: Israel Adrián Caetano, Bruno Stagnaro. PROTAGONISTAS: Héctor Anglada, Adrián Yospe, Jorge Sesán. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Marcelo Lavintman, Sebastian Roses. MÚSICA: Leo Sujatovich. PRODUCTOR: Bruno Stagnaro. ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Walter Rippel. SONIDO: Martín Grignaschi. GUIÓN: Bruno Stagnaro, Adrián Caetano. MONTAJE: Andres Tambornino