El 10, 11 y 12 de agosto próximos en Ciudad Cultural Konex se realizará la 7° edición de la Feria de Editores, que reunirá a más de 250 editoriales independientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México, propiciando un encuentro cara a cara entre los lectores y quienes hacen los libros que más nos gustan.
Iniciativa de Víctor Malumián y Hernán López Winne, de Ediciones Godot, la primera edición de este encuentro se realizó en 2013 con 15 pequeñas editoriales que se unieron para mostrar sus libros en la sede de FM La Tribu, y fue creciendo edición tras edición tanto en la cantidad de editoriales convocadas como en la de público asistente, dando cuenta que el encuentro entre lectores y editores era una necesidad cultural que merecía ser abordada.
Para conocer algunos detalles de la programación de esta 7° edición, que además de nuevas editoriales contará con un importante cronograma de charlas, talleres y conferencias de reconocidos autores como Eduardo Lalo, que será entrevistado por Claudia Piñeiro, la filósofa eslovena Renata Salecl, o el escritor, y editor Antonio Santa Ana, entre muchos otros, Palabras dialogó con Víctor Malumián.
A días de una nueva edición de la FED, cómo describís el camino recorrido desde aquel primer encuentro en La Tribu en 2013 hasta llegar a esta 7° edición en Ciudad Cultural Konex?
Realmente, como organizadores vamos haciendo las cosas lo mejor posible, pero a medida que las cosas van pasando. No es que arrancamos en la Tribu y nos planteamos de acá a 7 años llegamos al Konex, más bien fue algo que pasó porque año tras año cada vez más público nos fue acompañando, y las sedes quedaban chicas.
Obviamente, ese crecimiento está relacionado con que dimos cuenta de una necesidad cultural, y también es el resultado de un trabajo arduo que realizamos todo el año, juntándonos con los directores de los suplementos culturales para pautar notas, con jefes de cátedra para inviten a sus alumnos, etc, como armando una base para que luego, si todo sale bien, realmente venga mucha gente.
En ese camino el konex implica claramente otro nivel de complejidad a nivel logístico, porque la FED se ha consolidado como un espacio de encuentro, donde muchas editoriales pequeñas y medianas, ya no solo de Capital Federal, sino también del interior del país y de Latinoamérica, nos juntamos a charlar y a conocer un poco más nuestros catálogos de primera mano, y también un lugar de referencia con editores que sacan novedades para la feria, van planificando reuniones para estas fechas, empiezan a mirar más fino los números, y a pensar en cuestiones de logística, de prensa, etc, que implican una voluntad de profesionalización del sector que es muy interesante.
De ninguna manera quiero decir que esas sean cosas que está inventando esta generación, porque hay editoriales como Corregidor, por ejemplo, que hace muchos años que lo hacen, y lo hacen muy bien, pero para las editoriales que surgieron en el 2008, o la otra camada que surgió en el 2001, y que editábamos porque estaban faltando textos en la calle, antes que con una voluntad de armar una editorial, estos espacios de intercambio de experiencias se tornan fundamentales.
Por otra parte, una de las conclusiones centrales a la que llegamos en este camino, aunque sea medio evidente, es que si logras llevar público lo demás se encarrila casi solo. Para uno, como editor, la Feria no es ni barata ni cara antes de empezar, todo va a depender de cuántos libros vendas, que finalmente depende del caudal y el tipo de gente que se acerque. Por eso, en el momento en que la feria comenzó a traccionar a un público muy lector las editoriales empezaron a reservar novedades para lanzarlas aquí, o a pagar el pasaje de los autores para que vengan.
¿Y en qué panorama general se inscribe esta nueva edición?
Hoy el panorama es bastante malo, con ausencia de políticas de largo plazo pensadas para el mundo editorial, y una caída general del consumo que afecta a todos, no solo al universo editorial, la gente del teatro está igual, los productores musicales seguramente también, etc.
Por otra parte, dentro del rubro creo que los más golpeados son los libreros porque tienen una serie de costos fijos casi imposibles de reducir de un día para el otro, y que cuando hay una baja de ventas tan fuerte los deja muy desestabilizados en la relación egreso ingreso.
En relación a la editoriales la mayor parte de las que participamos de la Feria somos emprendimientos de 1 o 2 personas, con estructuras pequeñas, los costos son la novedad, el mes que haces el lanzamiento, el que entrás en imprenta, entonces cortando las novedades, la producción, que es un escenario horrible obviamente, la sangría de tu gasto se corta, algo que en el caso de los libreros es mucho más complicado.
Finalmente, ya en términos generales, también debemos ser conscientes que
el libro está perdiendo cierto lugar como entretenimiento, algo parecido a lo que le pasó al diario gratuito en el subte, que hoy no se ve más, porque se lo fue comiendo el candy crush de turno, el whatsapp, o alguna otra cuestión. Con esto no quiero decir que la gente ya no lee, sino que los consumos culturales van cambiando, y hay que irse aggiornando a esos cambios.
Igualmente, por ejemplo, los libros digitales no terminan de explotar
Soy licenciado en Comunicación y muchos de estos debates me recuerdan algunas lecturas de la facultad, especialmente de Historia de los Medios, que mostraban como cuando apareció la radio muchos planteaban que se terminaba el diario, y cuando apareció la tele que se terminaba la radio, y cuando apareció internet, que se terminaba la tele.
Si bien nadie niega que hoy el diario impreso, por ejemplo, está viviendo una crisis muy fuerte, lo cierto es que desde que apareció la radio pasó bastante agua abajo del puente. Yo creo que las cosas suelen reconvertirse antes que dejar de existir, y que hay un tema de soportes, que es bastante diferente al de contenidos.
Hay cosas para las que el libro digital es estupendo, como para buscar bibliografía, o si sos no vidente, porque cualquier libro digital con un lector de pantalla se transforma en un audio book, y así un montón de ventajas específicas más, pero hay experiencias de lectura del libro de papel que son irremplazables. Hay que tener mucho cuidado con las declaraciones tremendistas en torno a objetos o tecnologías que tienen más de 1000 años, y son muy robustas para muchas cuestiones.
Volviendo a la FED ¿qué nos podés contar en torno a las novedades de esta nueva edición, además de las que evidencia el crecimiento en el número de editoriales participantes?
Una de las cosas que tiene la feria es que es una invitación a descubrir cosas nuevas, no se trata de que quienes están allí, o las actividades que se realizan son casuales, todas han sido pensadas bajo la premisa de invitar al público a descubrir algo. Así, en relación a las editoriales van a encontrar editoriales que de otra forma en Capital no circulan, porque son del exterior, o del interior, o porque hacen impresiones muy particulares. Por otra parte, ya en relación a las editoriales más conocidas, el público va a poder encontrar un catálogo muy particular, porque los vendedores saben que en la charla con los lectores, en el cruce de referencias, pueden ofrecer libros distintos, difíciles de encontrar en las librerías.
En relación a las charlas, tendremos a Renata Salecl, una reconocida filósofa nacida en Eslovenia, que ha sido traducida a más de 15 idiomas pero por primera vez al castellano, que estará dialogando con Flavia Pittela, sobre Angustia, un libro que lanzamos con Godot, donde reflexiona sobre todo lo que nos genera angustia en la sociedad moderna, desde las problemáticas políticas, pasando por la obligación de estar feliz permanentemente, o el consumo insatisfecho.
Además de Salecl, en otro de los cierres de día, estará Eduardo Lalo, que presentará su novela nueva, lanzada por Corregidor en diálogo con Claudia Piñeiro, y es un escritor increíble, Finalmente, aunque no en orden, el cierre del viernes, el primer día de la feria, será con Liliana Villanueva, una autora que ya había cobrado cierta notoriedad con Sombras rusas, que publicó Blatt y Ríosy de quien ahora nosotros publicamos Maestros de la escritura, que es un análisis sobre los principales talleres de escritura que funcionaron en el Río de la Plata, donde entrevista a Abelardo Castillo, Liliana Heker, Hebe Uhart, María Esther Gilio, Mario Levrero, Alberto Laiseca, Alicia Steimberg y Leila Guerriero, buscando entender la relación alumno – maestro que ellos instauraron, cuáles eran sus listados de lectura, los ejercicios que realizaban, y qué piensan de la enseñanza. Realmente un rastreo profundo en cómo fueron los procesos de escritura en el Río de la Plata, a través de quienes fueron no solo muy significativos como autores, sino también a la hora de enseñar.
Junto a esas posibilidades también habrá charlas temáticas, que van a abordar cuestiones como la ley del aborto, o el tema de la maternidad y la paternidad, y la reconversión de esos roles. Toda una serie de problemáticas relevantes, que también aborda la literatura contemporánea.
Finalmente, y ya pensando en la próxima edición, ¿que quedó afuera de la que se avecina?
Temáticamente todo, porque lo que uno puede abarcar siempre es muy chico, así que realmente todo quedó afuera. Luego hay cuestiones logísticas, que sería muy aburrido contar, o iniciativas como la organización de un programa de intercambio con editores, que el año que viene ojalá podamos implementar. Realmente todo, porque siempre se puede hacer todo mucho mejor.